La banca se 'intoxica' en los juzgados
Se les conoce como productos tóxicos y hasta ahora sólo envenenaban la economía y la vida de clientes de la banca española. Vendidos a granel durante los últimos años con el reclamo de ser una coraza contra las subidas de las hipotecas, estas permutas financieras -swaps, clips, cuota segura, coberturas de tipo de interés...- han ahogado la existencia a miles de familias españolas. Hasta la fecha, en que su venta masiva bajo engaño y abuso de confianza empieza a ser un boomerang para bancos y cajas en los juzgados de toda España.
El negocio consiste en que la entidad ofrece al cliente, casi siempre por medio de la confianza que da el trato directo y habitual con la sucursal donde tiene abierta su cuenta, un seguro contra la subida de las hipotecas que finalmente no es tal. Se trata de cambiar los tipos variables a fijo en los préstamos concedidos por el banco al cliente, a cambio de una cuota fija con intereses que ha de satisfacer la víctima del engaño, mientras el banco corre con la cuota variable. La sorpresa llega cuando se pretende liquidar el producto, casi siempre a cargo del cliente de manera abusiva, ya que la posibilidad de que gane o ahorre dinero mediante la subida de tipos de interés no es real.
Las entidades que lanzaron al mercado estos productos tóxicos cruzan ahora los dedos en toda España. Hace más de un año, la Audiencia de Jaén fue pionera en determinar que un afectado había sido engañado por el banco. En este caso, el Santander. La entidad de Botín le colocó un swap vendido como seguro para evitar la subida de tipos de interés de las hipotecas y la Justicia dejó claro que no se dio la información debida al cliente de los graves riesgos que corría al firmar el contrato, aparte de determinar que no respondia al perfil para ese producto de riesgo, entendible para expertos financieros y no por particulares.
En los últimos meses, agrupaciones de consumidores, de afectados y la propia Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc), han visto como una tras otra las demandas interpuestas por particulares y pequeñas y medianas empresas son calificadas por los jueces como auténticos engaños de los bancos a sus clientes. En España, Bankinter lidera ahora mismo el ranking de condenas judiciales a devolver a sus clientes el dinero de este tipo de productos, mientras que BBVA dilata todos sus procesos abiertos apelando a que se debe sustanciar en la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid.
Pero las sentencias no están dando casi nunca la razón a los bancos e Internet se ha convertido en el gran aliado de los damnificados por permutas financieras, ya sean particulares o pequeñas y medianas empresas. Así, la red ha visto crecer asociaciones como la de Minoristas Afectados por Permutas y Derivados Financieros (Asuapedifin + Apymifid), que difunden cada nueva acción judicial, la última de ellas, la admisión a trámite de una demanda colectiva de 41 socios afectados por los clips de Bankinter, por parte del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Madrid.
En Canarias, la batalla judicial va más lenta. Según datos de Ausbanc en Las Palmas recabados por CANARIAS AHORA, en estos momentos existen unas 200 demandas en trámite, y ante la evidencia de que los bancos tienen las de perder a la larga, a pesar de las dilaciones judiciales que utiliza el BBVA, se están alcanzado unos 400 acuerdos extrajudiciales para no acabar en los Juzgados.
De momento, Ausbanc contabiliza cuatro sentencias judiciales favorables a los clientes afectados, todos del Bankinter. Asuapedifin, sin embargo, las eleva a ocho, incluida la primera contra La Caja de Canarias, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Telde, por colocar a una pyme un swap sin la debida información precontractual que le advirtiese de los riesgos inherentes al contrato además de recabar la información de su cliente para conocer su conocimiento del producto y, por tanto, la idoneidad de la contratación. En la línea del resto de juzgados de España.