La energía solar termoeléctrica, billete hacia la autosuficiencia de Canarias
Una empresa con sede en Santa Úrsula, en el norte de Tenerife, prevé la construcción de la primera planta de energía solar termoeléctrica de Canarias. Se trata de una tecnología de vanguardia mundial, cuya producción energética es muy superior a la energía solar fotovoltaica convencional.
La patente de esta tecnología es propiedad del ingeniero canario Daniel González González, con décadas de experiencia en el campo de la energía nuclear y las energías alternativas. Precisamente es en el campo de la energía nuclear donde surge la patente clave que hace posible esta tecnología, al requerirse materiales capaces de soportar las altísimas temperaturas de los reactores de fisión nuclear.
Daniel González se encuentra ahora al frente de la empresa LysPly S.A. que llevará a la práctica este ambicioso proyecto, que será capaz de producir energía sin emisiones contaminantes de ningún tipo, cuyo objetivo final es la autosuficiencia energética de Canarias, “si los políticos lo permiten”, puntualiza. El estudio de viabilidad, avalado por numerosos ingenieros, puede consultarse en la página web de la empresa, y ha recibido el visto bueno de la Comisión Nacional de la Energía.
El laboratorio experimental empezará a construirse “antes de final de año en Granadilla”, en el sur de Tenerife, y “tiene un coste de unos 40 millones de euros, sin contar los 80 millones de euros que se han gastado hasta el momento en investigación en centrales nucleares por medio mundo, y en patentes a nivel mundial.”
La tecnología está basada en la concentración del sol, mediante un casquete semiesférico de 24 espejos en un punto, en una proporción de uno a 30.000, concentrándose la energía del sol de unos 500 metros cuadrados que tiene la superficie de cada instalación a una superficie de 2 milímetros cuadrados, donde se alcanzan temperaturas de 5.740 grados kelvin. Es decir, unos 5.467 grados centígrados.
Esta energía se dispersa dentro de un esferoide del foco de concentración, recubierto en su interior de materiales de alta resistencia al calor, que trabajan a 3.600 grados centígrados. Afirma Daniel González que a esta temperatura se puede evaporar el silicio de forma instantánea, y producir con ello por ejemplo placas solares fotovoltaicas convencionales. Son precisamente estos materiales del foco la clave, porque es ahí donde se hace la transferencia energética, energía que es aprovechada en forma de vapor de agua que mueve unas turbinas que generan la electricidad.
En cinco años se podría lograr la autosuficiencia energética de Canarias
La idea de este ingeniero nacido en Santa Úrsula es muchísimo más ambiciosa que la simple producción de electricidad. Se busca la autosuficiencia energética total de Canarias y la cesión a muy bajo coste de la energía, agua, combustibles y otros derivados como abonos, que se pueden producir con la energía captada al sector agrícola para hacerlo rentable y equilibrar la balanza agraria, al lograr así un amplio autoabastecimiento.
“Si todos los factores son favorables, es decir si hay financiación y voluntad política, en 5 años se puede lograr la independencia energética total del Archipiélago, al igual que el autoabastecimiento con la agricultura”, según este ingeniero nacido en Santa Úrsula.
Con cinco millones de metros cuadrados, que son con los que cuenta la empresa en el sur de Tenerife, junto a una inversión, escalonada en el tiempo, de 20.000 millones de euros aseguran desde LysPly, se puede lograr la autosuficiencia energética de la isla de Tenerife.
La mejor tecnología termosolar del mundo
En cuanto a las empresas que utilizan tecnologías similares, Daniel González asegura que se trata de “plagios baratos” de su tecnología, “todos tienen el problema del reactor biológico” que permite alcanzar estas altas temperaturas en el foco, y no lo han podido solucionar, puesto que “la patente es nuestra a nivel mundial”.
La tecnología de esta empresa, con sede en Santa Úrsula, es la más eficaz de todas las plantas de producción termosolares existentes y proyectadas hasta la fecha en el mundo. La producción anual por metro cuadrado se sitúa en 1.100 Kwh. Para hacernos una idea, las plantas fotovoltaicas generan como máximo 217 Kwh. por metro cuadrado al año.
Con respecto a las demás tecnologías termosolares existentes. Las centrales de ranuras parabólicas, producen unos 260 Kwh., los colectores centrales(o anfiteatros) 327 Kwh., la tecnología de la empresa estadounidense Stirling 629 Kwh., y la tecnología más avanzada que es de la empresa europea CHP es capaz de producir 1.044 Kwh.
Esta tecnología consiste básicamente en el aprovechamiento del sol, que es captado por espejos que lo reflejan y concentran en un solo punto, algo parecido a lo que hace una lupa, pero con espejos especiales. En este punto los diferentes sistemas existentes en al actualidad pueden llegar a alcanzar entre 400 y 5000 grados centígrados, dependiendo del tamaño del espejo utilizado.
La forma en que se aprovecha esta energía concentrada varía según el sistema utilizado. El más antiguo, el conocido como sistema de ranuras parabólicas, que ya lleva funcionando en EEUU desde la crisis del petróleo en 1973.
Su funcionamiento es muy simple. La energía del sol se concentra con los espejos parabólicos en la línea focal donde se hallan los tubos receptores por los cuales circula un aceite especial de muy alta resistencia térmica, que alcanza los 400 grados centígrados. Éste es bombeado hacia un bloque central de la planta generadora donde fluye por varios intercambiadores de calor y genera vapor que servirá para la propulsión de las turbinas, al igual que en las centrales eléctricas convencionales.
El coste de la generación de la electricidad de las centrales de ranuras parabólicas es ligeramente inferior al de las centrales que trabajan con recursos fósiles. En un futuro no muy lejano, con el aumento de los precios de estos hidrocarburos, la rentabilidad económica aumentará notablemente. Su vida útil es de unos 50 años.
Una tecnología más refinada es la de la empresa estadounidense Stirling Energy Systems (SES). Utiliza una plataforma de espejos, con forma de antena parabólica gigante, que sigue el movimiento del sol y concentra la energía sobre una capucha. La capucha contiene sodio que se calienta, y hace mover una turbina generadora de electricidad.
La tecnología no es ciencia ficción, funciona, y muy bien, ya que la empresa ha firmado un acuerdo de venta al estado de California, en EEUU, en el cual durante 20 años, este estado adquiere la electricidad producida en los 500 Mw. de potencia instalada, pudiendo ampliarse las instalaciones hasta los 850 Mw. La instalación se está construyendo en el desierto de Mojave al noreste de Los Ángeles.
La empresa europea, Clean Hidrogen Producers (CHP), con sede en Suiza, tiene una tecnología más avanzada aún. También utiliza un captor similar al de SES, de 93 metros cuadrados de superficie, pero en vez de situar una turbina en su foco que genera la electricidad, aprovecha las temperaturas de 2.200 grados centígrados que se producen para romper las moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno, proceso conocido como disociación térmica o termólisis. Un filtro cerámico cuya patente es de su propiedad, extrae el hidrógeno que es utilizado en pilas de combustible para generar electricidad de una forma muy eficiente.
Una energía muy bien subvencionada
El coste de producción energético durante el día es inferior, aunque Daniel González no especifica cuánto más barato, al de la energía convencional. Sin embargo si el Kwh. se suministra las 24 horas del día su coste se sitúa por encima del de las energías convencionales si la financiación fuese en su totalidad privada, debido al coste de almacenamiento de la energía en forma de hidrógeno.
De momento sin embargo la energía termoeléctrica solar tiene una tarifa regulada por el Real Decreto 661/2007 de 26,9375 céntimos de euro por Kw. producido, con una prima de 25,4 céntimos, lo que suma en total 52,3375 céntimos de euro por Kw. vertido a la red eléctrica, lo que la hace sumamente atractiva como inversión.
Cada receptor, en forma de casquete esférico tiene un diámetro de 26 metros y una profundidad de cinco, es decir, 530 metros cuadrados de superficie. Su rendimiento diario medio a lo largo de todo el año son 1.600 Kwh. Por día, “rendimiento 20 veces superior, y a mitad de precio que la misma superficie ocupada por paneles fotovoltaicos.”