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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Manifiesto ciudadano

Contra los planes de austeridad en Europa.

Contra el desempleo, la liquidación de derechos laborales y la regresión social.

Contra el aumento de las desigualdades, la pobreza y la exclusión social.

Bajo estos lemas, los Sindicatos de toda Europa ha convocado para el próximo 29 de Septiembre movilizaciones a escala continental que ha sido secundada en Canarias por todos los Sindicatos de Clase convocando huelga general.

Los firmantes de este Manifiesto, entienden que tienen razón los sindicatos cuando afirman que esta reforma no servirá para crear empleo, aumentará los contratos temporales, facilitará y abaratará el despido, reforzará el poder de los empresarios a la hora de fijar unilateralmente las condiciones de trabajo, privatizará la gestión del desempleo y debilitará las negociaciones colectivas y el papel de las organizaciones sindicales.

Así mismo, creen que sería un error pensar que la reforma supone únicamente un ataque contra los sindicatos. Esta reforma laboral abre la puerta a ataques más duros para reestructurar las relaciones laborales en beneficio exclusivo de la patronal, ampliar el tiempo de explotación de la mano de obra, dificultar el disfrute del salario de jubilación, reducir los servicios públicos y las prestaciones sociales y, en general, hacer crecer las rentas del capital mediante el saqueo de las rentas del trabajo.

Los acontecimientos de los dos últimos años significan una agresión manifiesta a la democracia, la dignidad política y a los derechos de la ciudadanía. Padecemos una crisis motivada por la desregulación política de los mercados y la avaricia de la economía especulativa. La crisis de un capitalismo senil. Ahora no sólo se quiere utilizar esa crisis para justificar una reforma laboral que sólo beneficia a sus causantes, sino que además se pretende debilitar definitivamente el poder de los Estados y la capacidad política de los ciudadanos y las ciudadanas.

Por eso la huelga del 29 de septiembre no afecta sólo al movimiento sindical. Se trata de una llamada a todos los ciudadanos y ciudadanas dispuestos a manifestar su oposición a una Europa gobernada por los mercaderes, sin lugar para la política y los espacios públicos del Estado. Se trata de una llamada a quienes no están dispuestos a que se recorten los valores cívicos, los derechos sociales y la dignidad de la ciudadanía.

Se trata de dejar oír nuestra voz contra los especuladores y sus cómplices. Se trata de levantar nuestra palabra contra los que quieren servirse del silencio para humillarnos y justificar sus negocios indecentes. La orientación agresiva de la política de los Gobiernos de Canarias, España, y de toda la Unión Europea aprovechando la crisis para imponerla como necesaria para su superación, está impactando negativamente en las condiciones de vida y trabajo de las clase populares, las cuales perciben la magnitud del ataque y esperan de sus organizaciones sindicales, sociales y políticas una respuesta a la altura del desafío.

Canarias, que hoy se encuentra en el primer puesto en pérdida de calidad de vida y retroceso de derechos sociales, en porcentaje de parados y paradas, de pobreza extrema, de fracaso escolar, de mala asistencia sanitaria, de agresiones al territorio, sufrirá aún más las consecuencias de estas duras e impopulares medidas del gobierno

La huelga del 29 de septiembre no es sólo un derecho. Es una necesidad democrática

Por eso las mujeres y los hombres que firman este manifiesto, desde su variada situación profesional y laboral; desde la diversa pertenencia a organizaciones sociales, culturales, vecinales, sindicales o políticas; desde la diversidad que conforma el bloque social que aspira a un profundo cambio. Tanto aquellas generaciones que fueron testigos de tiempos históricos difíciles y participaron activamente en una época de importantes cambios, como, y sobre todo, esta juventud hoy despolitizada, pero que debe ser conciente que sufrirá más que nadie esta antisocial y reaccionaria política, están llamadas a apoyar y a participar en la Huelga General el 29 de septiembre en la idea que este acto de participación democrática y ciudadana contribuirá a transformar las actuales políticas.

Piden a las organizaciones sindicales que se muestren a la altura de éste particular y significativo momento con esta legítima contestación democrática. Llaman, en consecuencia a todas las organizaciones sindicales a consensuar un camino unitario de lucha para detener las políticas agresivas que ya se haga visible el 29 de septiembre en un espacio colectivo y único de expresión en la calle de la huelga general y que organice la continuidad de la lucha hasta conquistar un giro esencial de la política gubernamental. Llaman, también, a las organizaciones políticas de izquierda, al movimiento vecinal, a los colectivos sociales, a la intelectualidad progresista y a toda la ciudadanía democrática a participar activamente en la huelga general del 29S y a aprovechar su impulso para trasladar la demanda de unidad que imponen los tiempos.

La reforma laboral recientemente aprobada por el Parlamento es un paso de gigante en la dirección de terminar la liquidación de derechos cuya conquista costó decenios de lucha a la clase obrera. La amenaza que se cierne sobre los valores mínimos que más caro han costado a las generaciones que nos han precedido, a los que tienen derecho las generaciones presentes y que representan el mejor legado para las generaciones que nos sucedan. La respuesta a esta amenaza merece el más amplio apoyo ciudadano. Un apoyo que tiene necesidad de expresarse, haciéndose visible el 29 S en un espacio colectivo y único, de los sindicatos convocantes a la Huelga General y de la sociedad en general.

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