La participación privada en rescates amenaza a la eurozona, según el BCE

FRÁNCFORT (ALEMANIA), 13 (EUROPA PRESS)

El Banco Central Europeo (BCE) ha advertido de que la participación del sector privado en el rescate de un país miembro de una unión monetaria, como puede ocurrir en la zona euro con Grecia, puede poner en peligro “la estabilidad financiera del área monetaria en su conjunto” y se ha vuelto a oponer a cualquier implicación de la banca que no sea voluntaria.

En su boletín mensual, el BCE señala que experiencias anteriores de participación del sector privado en crisis de deuda soberana no son comparables y, por tanto, no suponen “una guía fiable”, ya que esos países no formaban parte de una unión monetaria, donde los mercados financieros están muy integrados y el impacto económico negativo de dicha participación es mucho más significativo.

En concreto, avisa de que esta participación tendría “efectos negativos directos” en el sector bancario de la zona del euro, ya que además de imponer “tensiones significativas” en la solvencia de las entidades del país en cuestión, afectará al balance de los bancos en otros países de la eurozona, debido a las tenencias de deuda soberana a escala transfronteriza, las participaciones cruzadas, la financiación o las filiales. “Este hecho podría requerir la recapitalización de las entidades de crédito a gran escala”, añade.

Asimismo, alerta de que el contagio entre países de la zona euro puede producirse a través de los efectos sobre la confianza. Así, explica que si la participación del sector privado en un país miembro provoca un aumento inmediato de la aversión al riesgo en los mercados financieros, el acceso a los mercados por parte de los demás países miembros puede verse obstaculizado, incluso aunque no se produzcan cambios en las variables económicas fundamentales de los demás Estados miembros.

En esta misma línea, agrega que es probable incluso que estos dos canales de contagio “se refuercen mutuamente”, dado que la recapitalización bancaria puede que tenga que ser asumida, en parte, por el sector público, lo que afectaría a la sostenibilidad de las finanzas públicas.

“Ejercer una presión adicional sobre las finanzas públicas de los países de la zona euro, que ya se encuentran en una situación vulnerable, podría provocar la rebaja de la calificación crediticia de esos países, lo que, a su vez, agudizaría los problemas de las entidades de crédito para financiarse. Ello debilitaría más aún las perspectivas del sistema bancario e incrementaría las necesidades de recapitalización de las instituciones financieras”, explica.

Por otra parte, también incide en que la participación del sector privado podría dañar la reputación de la moneda única a escala internacional, aumentando posiblemente la volatilidad en los mercados de divisas, y subraya que las implicaciones a largo plazo de la participación del sector privado, especialmente para la prevención de las crisis de deuda soberana en una unión monetaria, no están claras.

La institución presidida por Jean Claude Trichet cree que la participación del sector privado podría agravar el riesgo moral del prestatario, ya que un país podría verse tentado a acumular niveles de deuda excesivos si piensa que no tiene que respetar plenamente sus obligaciones contractuales y puede reestructurar

su deuda. “Es probable que el fortalecimiento de la disciplina de mercado a través de mayores primas de riesgo no sea suficiente para contrarrestar el debilitamiento de los incentivos de los países”, insiste.

Por todo esto, el BCE vuelve a pronunciarse “fuertemente en contra” de todos los conceptos que no sean puramente voluntarios o que contengan elementos de imposición, y reclama que evite cualquier evento de crédito, impago selectivo o impago.

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