La Economía del Bien Común rompe mitos sobre el coche eléctrico

José María Echevarría y Arturo Boyra, junto a los coches. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El objetivo cero emisiones de gases contaminantes está cada vez más cerca para dos de las empresas pioneras en Canarias en la aplicación de la denominada Economía del Bien Común, un modelo de negocio que antepone el comportamiento ético a la cuenta de resultados. Oceanográfica, agencia de comunicación especializada en la difusión científica, y Limonium Canarias, dedicada al turismo de naturaleza y Educación Ambiental, han dado un paso más en su apuesta por la sostenibilidad con la adquisición de dos vehículos eléctricos que contribuirán a reducir su huella ecológica.

Para los gerentes de estas dos compañías, Arturo Boyra (Oceanográfica) y José María Echevarría (Limonium), esta inversión no sólo ha servido para materializar un viejo anhelo en su concepción de gestión empresarial respetuosa con el medio ambiente, sino también para romper algunos de los mitos asociados a los coches eléctricos.

“Es una oportunidad de demostrar que la sostenibilidad la puede generar la ciudadanía con su propio ejemplo. Están al alcance de cualquiera, incluso permiten ahorrar. Si no lo hacemos, es por falta de información”, opina Boyra, que defiende la necesidad de desterrar la idea de que este tipo de vehículos es mucho más caro que los de combustión. “Es una tecnología de presente, no de futuro y es asequible”, tercia Echevarría.

A pesar de la limitada presencia de los coches eléctricos en el mercado, estas dos empresas de la Economía del Bien Común pudieron adquirir dos Kia Soul EV a un precio similar al fijado para el mismo modelo con motor de combustión. Gracias a las subvenciones de las administraciones públicas, Oceanográfica y Limonium se ahorraron cerca de 10.000 euros en la compra del vehículo, que tenía un valor de 28.500 euros.

Una de las ayudas provino del Gobierno de Canarias, que financia el 15% del precio del coche (unos 4.000 euros). Por su parte, el Plan Movele para vehículos eléctricos del Ministerio de Industria les proporcionó unos 5.500 euros. Y ello a pesar de que este programa estatal fue objeto este año de un recorte en el área que dirige el canario José Manuel Soria. De haberla solicitado en 2014, esta ayuda, que se calcula en función de la eficiencia del modelo, habría ascendido a 6.800 euros.

Además, un retraso en la publicación de la convocatoria dejó fuera a aquellos que compraron antes de marzo (algunos concesionarios incluso habían adelantado el dinero). Esta subvención tampoco llega a los vehículos eléctricos de alta gama, los que superan los 40.000 euros de valor de mercado, como el de Tesla, que tiene una autonomía de 500 kilómetros. Desde este año, tampoco es compatible con las ayudas del Plan PIVE de incentivo a la compra de coche nuevo.

“A pesar de los recortes en las ayudas, sigue siendo más económico”, sostiene Boyra, que ha calculado un consumo de 1,17 euros por cada 100 kilómetros cuando un coche de gama similar pero de combustión gastaría unos 7 euros en la misma distancia. “El ahorro estimado a lo largo de un año es de unos 1.000 euros. Cuando lo compras, adelantas ciertos costes, pero a medio plazo es más rentable”, afirma Echevarría, que también remarca que los coches eléctricos necesitan menos mantenimiento. “No hay que cambiar el aceite, la transmisión... Los vehículos de combustión se deterioran más”, explica.

Proveedor 100% renovable

Estas dos empresas también han contratado los servicios de un proveedor que produce energía 100% renovable y esperan que el Ministerio de Industria suprima las tasas al autoconsumo eléctrico para producir su propia energía a través de paneles solares. De momento, recargan los vehículos en sus locales con enchufes de 220 voltios de corriente. “Los programamos con una tarifa nocturna que hemos contratado, igual que conectamos el móvil por la noche”, expone Boyra.

La batería que impulsa el vehículo, de iones de litio y situada en la parte inferior, se carga al 100% mediante este sistema en 14 horas. En las todavía limitadas estaciones, también hay cargas rápidas (el 80% de la batería en 30 minutos) y normales (100% en cuatro horas).

Por otra parte, los gerentes de estas dos empresas impulsoras de la Economía del Bien Común consideran que la autonomía del modelo Kia Soul EV, de 200 kilómetros, es más que suficiente para un territorio como el insular. De hecho, este lunes dieron la vuelta a Gran Canaria con una única parada de cuatro horas en La Aldea para recargar el vehículo con un enchufe de 220 voltios en el Centro de Interpretación de la Microárea Marina.

“De prestaciones, está equipado como cualquier vehículo (tiene, entre otras características, cámara trasera, asistencia de aparcamiento, bluetooth, pantalla táctil...), es muy silencioso y en Gran Canaria no hay problema de autonomía. Hay coches que han recorrido 100.000 kilómetros y funcionan perfectamente”, expone Echevarría acerca de la vida útil de las baterías. “Al contrario de lo que se piensa, las baterías pueden seguir teniendo capacidad para otras cosas”, añade. Tomando de referencia la garantía del modelo adquirido, la vida útil es de 7 años o 150.000 kilómetros, “pero lo normal es que aguante más”, dice.

Boyra, por su parte, insta a particulares y empresas a que se sumen a esta apuesta por la movilidad sostenible y les invita a probar este tipo de vehículos. “El coche eléctrico ha llegado para quedarse”, concluye.

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