Las fuerzas del CNT continúan con su ofensiva contra Sirte y Bani Walid
BANI WALID/SIRTE, 18 (Reuters/EP)
Las milicias armadas del Consejo Nacional de Transición (CNT) han continuado este domingo con renovadas fuerzas sus ofensivas contra las ciudades de Sirte y Bani Walid, dos de los últimos enclaves aún controlados por las fuerzas leales a Muamar Gadafi, aunque la desorganización ha obligado a los antigadafistas a retirarse de Bani Walid.
En esta ciudad las heterogéneas fuerzas del CNT se han encontrado con una fuerte resistencia, al igual que en Sirte, y han tenido que huir desordenadamente ante los bombardeos con cohetes de los gadafistas.
Fuentes de las milicias del CNT habían explicado que iban a ser los carros de combate y las camionetas las que liderarían el ataque, pero en primera línea estaban solo hombres a pie sin ninguna orden concreta.
“Hay carencias en la organización. La infantería corre en todas direcciones”, se lamenta un oficial de una brigada tripolitana, Zakaria Tuham. “Nuestros comandantes habían sido informados de que las unidades de artillería pesada ya habían avanzado, pero cuando fuimos hacia Bani Walid no había nadie”, ha asegurado. “Las fuerzas de Gadafi nos estaban machacando con cohetes y morteros, así que nos retiramos”, ha explicado.
Un corresponsal de Reuters ha sido testigo de la retirada y el fin de la ofensiva sobre la ciudad, de la que surgían varias columnas de humo. Los propios combatientes de Bani Walid han criticado la desorganización y la falta de coordinación de los voluntarios de otros lugares de Libia, mientras que estos últimos acusaban a los primeros de ser traidores que pasaban información a los gadafistas.
COMBATES EN SIRTE
Mientras, en Sirte, los combatientes del CNT han disparado cohetes desde la entrada sur de la ciudad y se han enfrentado a los gadafistas atrincherados en el centro de congresos de la ciudad.
“La situación es muy peligrosa. Hay muchos francotiradores y cualquier tipo de arma que puedas imaginar”, ha relatado un miliciano del CNT, Mohamed Abdulá, mientras surcaban el aire los cohetes gadafistas.
A las afueras de la ciudad, en un pequeño hospital de campaña, los sanitarios fregaban el suelo a la espera de la llegada de más heridos que se sumarían a las víctimas de los intensos pero infructuosos para los rebeldes. Un médico ha informado de que 16 combatientes del CNT y un conductor de ambulancia han muerto debido a los combates del sábado. También ha informado de la llegada de 62 heridos.
Los combatientes del CNT también deben ahora ayudar a los civiles que huyen de Sirte. El miliciano Mahmud Othman ha relatado bajo el estruendo de los aviones de la OTAN cómo sus hombres están protegiendo a las familias que han escapado de la ciudad ante la inminencia de un nuevo ataque. “No queremos más derramamiento de sangre libia, pero si los gadafa (tribu de Gadafi) quieren más sangre, estamos dispuestos. Lo que queremos es a Gadafi”, ha señalado Othman.
Los propios civiles que han huido de Sirte en decenas de coches y camionetas describen una ciudad sin agua ni electricidad. Las fuerzas gadafistas siguen patrullando las calles del centro y esporádicamente surgen combates en distintos puntos de la localidad.
“La situación es muy mala. La gente vive aterrorizada”, ha explicado Taher al Menseli, de 33 años, después de que los milicianos del CNT registraran su coche en un control. “Los gadafistas están intentando convencer a la gente de que los revolucionarios son criminales a los que hay que matar. Incluso si no te lo crees, debe parecer que sí lo haces”, ha añadido.
Las batallas de Bani Walid y Sirte no son muy distintas de los enfrentamientos de los últimos siete meses de conflicto armado. Los frentes avanzan y retroceden y las bravuconadas pronto chocan la cruda realidad de la guerra.