Los franceses vuelven a las calles contra las pensiones
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha estimado en “cerca de tres millones” el número de personas que han participado este sábado en las manifestaciones convocadas por sindicatos y grupos de izquierda en contra de la reforma de las pensiones proyectada por el Gobierno del presidente Nicolas Sarkozy.
El líder de la CGT, Bernard Thibault, señaló que la movilización fue “equivalente a la del sábado 2 de octubre”, por lo que remitió de nuevo a la cifra de “cerca de tres millones” de manifestantes. También el secretario general de Fuerza Obrera, Juan-Claude Mailly destacó la masiva participación en unas manifestaciones “del mismo nivel, comparables a las del 2 de octubre”.
Sin embargo, el Gobierno asegura a través del Ministerio del Interior que las protestas están “en su nivel más bajo” de los cinco días de movilización y sostiene que unas 825.000 personas han participado en las 264 marchas convocadas en todo el país. Interior fijó en 899.000 los participantes en las 150 manifestaciones convocadas el 2 de octubre y en 1.230.000 las moviliazadas el martes 12 de octubre. Esta reducción “confirma la registrada al día”, precisó al Ministerio, según recoge la prensa francesa.
La guerra de cifras se ha trasladado también a París, donde la Jefatura de Policía de la capital ha cifrado en unos 50.000 el número de manifestantes, 13.000 menos que el pasado 2 de octubre. Sin embargo, la CGT considera que hubo 310.000 participantes en la protesta, el mismo número proporcionado para la manifestación del 2 de octubre.
Las manifestaciones se han reproducido en las principales ciudades del país, como Marsella (entre 16.400 y 180.000 manifestantes), Toulouse (entre 24.000 y 130.000 manifestantes) o Burdeos (entre 13.500 y 130.000 manifestantes).
El Senado francés votará el próximo miércoles la legislación para incrementar de 60 a 62 la edad mínima de jubilación y la edad mínima para recibir pensión completa de 65 a 67 años.
Los sindicatos tienen previsto reunirse un día después de la votación para estudiar una futura línea de acción, a sabiendas de que más de la mitad de la población se opone a la reforma, según una encuesta de Ifop publicada por el diario L'Humanité. Un 57% de los franceses desea una reforma diferente a la que está debatiendo actualmente en el Senado frente a un 27 por ciento favorable a “proseguir el debate según la actual reforma propuesta”. Una minoría del 16% aboga por no abordar reforma alguna.
La primera secretaria del Partido Socialista francés, Martine Aubry, ha vuelto a pedir la suspensión del debate en el Senado sobre la reforma. “Nosotros (los socialistas) contribuiremos a una solución, como hemos hecho con las propuestas que hemos presentado a los franceses”, declaró Aubry tras acudir a la manifestación convocada en Lille, según recoge el diario galo 'Le Parisien'.
Escasez de combustible
Mientras, la ministra de Economía, Christine Lagarde, ha tenido que salir al paso de los temores de una escasez de combustible, cuyo suministro está bloqueado por las protestas, asegurando que siempre queda la opción de echar mano de las reservas acumuladas.
Lagarde ha realizado un llamamiento a la calma a la población ante el posible corte del suministro energético, anunciando que el Gobierno dispone de reservas de combustible que pueden mantener a la nación por al menos un mes. “Tenemos reservas. Que no cunda el pánico”, declaró Lagarde a la emisora RTL.
El corte de suministro energético provocado por las protestas podría provocar que el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle de París se quede sin reservas de queroseno este domingo por la tarde, según informaron fuentes aeroportuarias al diario galo La Tribune.
Según las fuentes consultadas, las aerolíneas están “muy preocupadas” ante la falta de reservas en los depósitos de los suministradores de queroseno. “Shell tiene algo más de combustible en Roissy, a ENI todavía le queda algo, pero Total está casi vacía”, explicaron. El oleoducto que suministra combustible a los aeropuertos de Roissy y Orly se encuentra cerrado desde el viernes por la mañana por ante la insuficiencia de derivados del petróleo.
Por este motivo, el Directorio General de la Aviación Civil (DGCA) ya ha recomendado a los vuelos extranjeros con destino París que realicen “cargas dobles de queroseno” para asegurarse de que tienen combustible suficiente para volver y no quedarse atrapados en tierra.
La DGCA todavía no ha declarado oficialmente en alerta los aeropuerto de París (De Gaulle y Orly) ya que consideran que la situación todavía no es alarmante. Las aerolíneas, especialmente Air France, rechazan esta postura y consideran que el momento actual “es crítico”, según un representante de la aerolínea francesa.
Aunque se reanude el suministro, el queroseno que se encuentra en el puerto de Le Havre podría tardar 48 horas en llegar a París, sin tener en cuenta el proceso de decantación y análisis necesario para garantizar su uso en los aparatos.