Objetivo: ''salir'' del Grupo Mixto
Los partidos que integrarían el Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados a raíz de los resultados electorales del 9-M (ERC, IU-ICV, BNG, CC, UPyD y Na-Bai) mantienen conversaciones a varias bandas para formar nuevas agrupaciones que aligeren la composición de dicho grupo parlamentario.
Fuentes de los partidos citados, en declaraciones a Efe, han confirmado que desde hace una semana llevan a cabo conversaciones telefónicas con el fin de “salir” del Mixto.
Para ello, hay dos vías: la creación de un grupo parlamentario propio mediante la cesión de algunos diputados por las formaciones mayoritarias, o bien la asociación con otras fuerzas políticas.
En cada caso, el destino no es otro que la asignación de un presupuesto específico, y por tanto, las ventajas que de ello se derivan, como la posibilidad de contar con más personal (asistentes, gabinete de prensa, etcétera).
El reglamento de la Cámara Baja, en concreto el artículo 28, establece que la propia Cámara “pondrá a disposición” de cada grupo parlamentario los “medios materiales suficientes” y les asignará, “con cargo a su presupuesto”, una “subvención fija idéntica para todos y otra variable en función del número de diputados de cada uno de ellos”.
Si el Grupo Mixto se mantiene tal y como se desprende de los resultados de las elecciones, habría seis formaciones políticas y once diputados, y en consecuencia, un presupuesto a repartir entre todos los partidos.
Asimismo, quedarían más limitados los tiempos de intervención de los portavoces durante las sesiones plenarias.
Ante este panorama, los servicios jurídicos de las formaciones del Mixto comenzaron la semana pasada a estudiar el reglamento de la Cámara Baja, así como las interpretaciones que de él podrían extraerse acerca de la “flexibilidad” para componer grupo propio.
Paralelamente, los representantes políticos empezaron a llamar a sus colegas de otros partidos para plantear “todas las opciones posibles”, señala una fuente parlamentaria.
Sin embargo, hay tres condiciones fundamentales: que los grupos que decidan asociarse sumen cinco diputados como mínimo, que representen el 15% de los votos correspondientes a aquellas circunscripciones en las que hubiesen presentado candidatura o concentren el 5% de las papeletas emitidas en el conjunto del país.
Fuentes de ERC reconocen que han hablado con varias formaciones, entre ellas IU-ICV, para plantear la posibilidad de la alianza parlamentaria, pero no es ésta la única opción, ni siquiera la prioritaria, toda vez que los negociadores independentistas pretenden también hablar con el grupo socialista para analizar varias “salidas”.
En término parecidos se pronuncian en IU-ICV, cuyos dos diputados -Gaspar Llamazares y Joan Herrera- quieren ante todo evitar la inclusión en el Mixto, y en esta línea, han conversado con los otros grupos, aunque con una condición: no quedar supeditados a ninguno.
Coalición Canaria -dos diputados- ha rastreado el reglamento con lupa y ha recabado antecedentes de toda índole con el fin de obtener grupo propio, especialmente a través de la cesión de diputados de alguna otra formación. Si este objetivo queda incumplido, la alianza parlamentaria será el remedio.
Precisamente es ésta la premisa del BNG, para el que la nueva Mesa del Congreso debe facilitar la partición del Mixto, aunque sea por una cuestión de funcionamiento de la Cámara.
En las sedes de estas formaciones no para de sonar el teléfono, no así en la de UPyD debido al perfil de su diputada, Rosa Díez, una isla en medio de partidos nacionalistas, como apuntan las fuentes del partido.
