La OTAN despliega sobre la costa libia el embargo de armas a Gadafi
BRUSELAS, 23 (EUROPA PRESS)
La OTAN ha confirmado este miércoles el inicio de su operación naval para contribuir a aplicar el embargo de armas al régimen de Muamar Gadafi autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU con la contribución inicial de seis barcos ya posicionados en el Mediterráneo.
“La operación ha comenzado hoy. Estará basada en los actuales Grupo Marítimo Permanente 1 y el Grupo Naval de Fuerza Contra Minas de la OTAN. Ya están allí”, han confirmado fuentes aliadas a Europa Press.
El director de Planificación Estratégica del Comité Militar aliado, general de brigada canadiense Pierre Saint Amand, ha confirmado que los seis buques que están ya en la zona integrados en ambos grupos marítimos comenzarán a realizar patrullas de vigilancia y estarán autorizadas a realizar “inspecciones” a aquellos barcos sobre los que haya “sospechas razonables” de que transportan armas.
El comandante supremo aliado en Europa, almirante estadounidense James Stravridis, “ha activado estos barcos” para reposicionarlos desde el oeste al centro del Mediterráneo, ha confirmado este miércoles la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu.
Al margen de estos seis buques, siete países han comprometido medios navales y aéreos para contribuir a aplicar el embargo un total de 10 fragatas, tres submarinos y dos buques de auxilio, según ha confirmado el militar canadiense.
España, Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Grecia, Italia han comprometido una fragata cada uno, mientras que Turquía aportará cuatro fragatas; España, Italia y Turquía aportarán además un submarino cada uno y Turquía e Italia un buque cada uno para labores de apoyo.
Además, la Alianza cuenta desde hace más de una semana con cinco aviones de alerta temprana AWACS desplegados en la zona hace una semana, que vigilan las 24 horas del día la situación desde el aire.
Otros países se han comprometido a aportar medios aéreos para contribuir al embargo, según ha confirmado el general de brigada canadiense. España ha confirmado que aportará un avión de patrulla marítima para contribuir a estas tareas.
La operación naval para aplicar el embargo de armas estará dirigida por el almirante estadounidense Samuel Locklear, que ya lleva el peso de la intervención militar en Libia desde Nápoles. El mando del componente marítimo de la operación está a cargo de un almirante italiano en Nápoles y el mando del componente aéreo se coordina desde el Cuartel General del Componente Aéreo de la OTAN en Izmir.
El general de brigada canadiense ha dejado claro que las fuerzas aliadas pueden “utilizar la fuerza armada” en caso de que barcos interceptados no respondan a sus “llamadas de alerta temprana”, que se podrá interceptar todo barco sobre el que pesen “sospechas razonables” de que trasladan armas y ha aclarado que “habrá un equipo de la OTAN” creado para realizar inspecciones a bordo de buques sospechosos. Estos barcos sospechosos podrían ser “desviados a un puerto designado para inspecciones ulteriores” si rechaza enseñar su carga.
“El objetivo es cortar el flujo de armas y mercenarios al régimen”, ha explicado la portavoz, que ha dejado claro que las operaciones de patrulla comenzarán “pronto” una vez que se ha tomado la decisión de lanzar la operación. La OTAN ha constatado a través de Inteligencia de que el rearme de las fuerzas de Gadafi “continúa” y pretender cortar “la ruta más fácil y rápida” de su suministro, es decir, marítima.
SIN ACUERDO PARA LA EXCLUSIÓN AÉREA
Los Veintiocho aliados, que ayer dieron luz verde al plan operativo y a la directiva ejecutiva para aplicar el embargo, todavía no han llegado a un consenso para que la OTAN asuma el mando de la zona de exclusión aérea por las reticencias de Francia y Turquía.
Francia y Turquía son los países más reticentes a que la OTAN asuma el mando y control de la intervención en Libia. Francia esgrime la reticencia de los países árabes, mientras que Turquía ha insistido en que la operación debe estar bajo control de la ONU y no la OTAN.
En el caso de Alemania, el Gobierno de Berlín ha rechazado participar en toda operación militar en Libia, pero considera responsabilidad del resto de aliados decidir si participan o no.