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Zelaya llega a Costa Rica dispuesto recuperar la presidencia

El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, se encontrará hoy en San José por primera vez cara a cara con el líder del Gobierno interino, Roberto Micheletti, tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio, en un intento por iniciar una etapa de diálogos que buscarán una salida pacífica al conflicto político y que tendrá como mediador al mandatario costarricense, Óscar Arias, quien ha pedido a las partes tener “mucha paciencia”.

El escenario de estas primeras conversaciones será la residencia de Arias, ubicada en el sector de Rohrmoser, en el distrito de Pavas de San José. Se espera que estas reuniones se extiendan hasta el viernes, aunque eso será algo que se determinará mañana cuando se diseñe la agenda de negociaciones.

Sin embargo, ya ambas partes han dejado claras sus posturas y no tienen intenciones de ceder. Zelaya insiste en que la restitución del orden democrático “no es un asunto que está en negociación en ninguna parte”, mientras que Micheletti ha dicho que está dispuesto a tratar cualquier asunto menos la posibilidad de que Zelaya regrese al poder.

Ante este panorama, Arias ha reconocido que este proceso “no va a ser fácil” y va a “tomar tiempo”, por lo que se requiere de “mucha perseverancia”, aunque confesó que no quisiera que ambos líderes hondureños salieran de Costa Rica “sin que encontremos una solución al conflicto”.

Arias reconoció que una vez que comiencen las conversaciones “tiene que producirse el milagro de generarse mucha confianza, de tener mucha humildad para entender que uno en una negociación no siempre logra lo que quiere”, y destacó la importancia de que ambas partes deben estar dispuestas a “hacer concesiones, a ceder”.

También ha aclarado que las negociaciones no serán “de igual a igual” porque la comunidad internacional “no ha reconocido el Gobierno de facto y consideran que Zelaya sigue siendo el presidente constitucional”, sin embargo, expresó su confianza en poder lograr un “resultado satisfactorio”.

La negociación

Hasta el momento se desconoce con precisión los puntos que se van a debatir en este primer encuentro. Arias ha informado de que lo primero que hará una vez que tenga sentados a Zelaya y a Micheletti en la mesa es concretar los temas de la eventual agenda que se va a desarrollar en las negociaciones.

Pero ya cada quien ha dado a conocer lo que no está dispuesto a ceder. Zelaya ha reiterado que la restitución del “gobierno legítimo no está en discusión en ninguna parte, ni en la Organización de Estados Americanos (OEA) ni en la ONU”, y aclaró que su gestión como presidente constitucional termina el 27 de enero de 2010, “ni un día más pero ni un día menos”.

Asimismo, denunció a Micheletti de querer “sabotear” el proceso a pocas horas de su inicio, al impedir salir del país a dos ex ministros de su gabinete que fueron designados como miembros de la Comisión de Mediación.

“Todo lo que ellos hacen es nulo y no tiene validez (...) con esto los golpistas demuestran que no quieren mediación, porque esto empieza así en mal camino”, destacó el mandatario derrocado al lamentar que la negociación podría ir “por mal camino” porque los miembros del Gobierno interino “tienen delitos de magnicidio”.

Por su parte, Micheletti ha dicho que está listo para “cualquier diálogo” con Arias como mediador “siempre y cuando no se negocie el retorno del ex presidente Zelaya” a quien ha asegurado entregará a “los tribunales de justicia” de Honduras.

“No es negociable el retorno del ex presidente Manuel Zelaya Rosales al cargo (...) tenemos el mayor interés para que haya paz y democracia en nuestro país, pero no vamos a negociar”, acotó el presidente interino, cuyo gobierno ha sido rechazado por la comunidad internacional.

Mediación

La mediación de Arias en esta crisis ha sido respaldada dentro y fuera de Honduras, incluyendo Estados Unidos. Ayer, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dio su visto bueno al costarricense tras reunirse en Washington con Zelaya, e hizo un llamamiento a las partes a “evitar actos de violencia y a buscar una solución constitucional pacífica y duradera a las serias divisiones de Honduras a través del diálogo”.

No obstante, algunos opositores a Zelaya han cuestionado el papel imparcial que pudiese tener el premio Nobel de la Paz considerando que en un comienzo expresó su rechazo al Gobierno 'de facto' cuando recibió al mandatario derrocado minutos después de haber sido expulsado de Honduras.

A este respecto, Arias recordó que fue Micheletti quien propuso que participara en este proceso y aclaró que, debido a que ahora será un mediador que cuenta con la aprobación de las partes en conflicto, se debe entonces “pasar página” y “volver a ver el futuro”.

Asimismo, destacó que lo ocurrido en Honduras “fue un golpe de Estado, violando la Constitución” y reconoció que se ha lamentado de que “la democracia hondureña que se ha ido consolidando poco a poco diera un paso atrás” con estas acciones militares. “Lamento lo que ocurrió, pero ahora estoy obligado a sentarme con las partes a buscar una solución”, indicó.

El mandatario costarricense espera que su experiencia, que permitió durante su primer gobierno en Costa Rica “silenciar las armas” en Centroamérica, sirva a Honduras para salir de esta crisis “porque se lo merece”. “No quiero que muera más gente inocente”, expresó en declaraciones al diario local La Nación.

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