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“Es difícil publicar un libro, sí, apenas te da para un refresco vender 100 copias”

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Poeta, en todas sus vertientes hacia el teatro, la sátira, lo crítico, la cultura, el movimiento asociativo, juventud. Pablo es de esos seres que nacen de era en era. Él es de una era que aún me cuesta encasillar, afortunadamente. No es millennial, ni 'ni-ni', ni nada de esos nombres inventados que tanto gusta a la gente para que les encaje en sus mentes retorcidas el hacer, la esencia propia de alguien. Sus versos desgarran el alma, sin importar la perspectiva desde donde lo mires, da igual, Pablo 'estrofea' su vida sin contar su vida, envuelve la ironía y te acaricia con ella sin clavarte un puñal, es capaz de pausar el tiempo, de dibujar las metáforas cuando no tienen que existir. Hablamos de un tipo de arte irreconocible hasta el momento, esa frescura que necesitamos para reconstruir una sociedad que agoniza. Y por si fuera poco es un tipo sencillo, humilde, bondadoso y con un inmenso corazón que se permite todas las emociones. Se define de esta manera: “Me llamo Poru. En mi DNI pone Pablo Manuel. Y muy pocos me llaman amigo. Empecé a escribir desde que tengo memoria. Tras una promesa perdida. Me considero una blasfemia, de esos que no quieres escuchar. De los ''bala perdida''. Según dicen: Soy ''Artista'' o ''Escritor''. Pero su negligencia no me define. No hay palabra que describa: ser un ‘’héroe’’ por obligación genética, catador de versos, o esclavo de la razón. En sus palabras no se define: ‘’ser humano’’. Y ser como tú. De mayor siempre quise: Ser como tú. Pero me tengo que conformar siendo (ese) yo”. 

Cómo es la cosa Pablo, sencilla, compleja, otras. 

Realmente no tengo una manera clara de definir esa 'marabunta' que invade mis textos. Las personas más corrientes tienden a definirlo como un romanticismo o una depresión adolescente. Sin embargo, es algo que no tengo una forma concreta de definir, siempre que escribo lo hago de manera distinta, nunca hago dos veces lo mismo. Hay una vez que boté una sábana y tiré todas las cosas de mi cuarto sobre ella: pintura, papeles, facturas, fotos, hasta videojuegos y bailé sobre ellos hasta darles un orden. Otra vez corrí desde donde vivo, Los Cancajos, hasta Santa Cruz descalzo, lloviendo y en pijama de verano. Gritando como un loco por la zona militar. Un día me senté a ver mil vídeos de teorías de series animadas que veo y las convierto en poesía. Hay un youtuber de esos que sube vídeos de un juego y hace una 'granja de esqueletos descompuestos' optimizada al máximo con cosas complejas y muy poco entendibles. Me inspiré para una tesis que aún está puliéndose sobre la mente humana. Es… complejo, pero no difícil. Es muy fácil pero muy minucioso.

Voy a continuar por el final, dos libros que ya han visto la luz, sin avisar, sin gritar, sin demasiado ego-escritor para anunciar al cántaro que has publicado dos libros, con lo difícil que es eso. 

Yo tenía un sueño. Un sueño que estaba conformado de varios elementos. Estos, no tenían que ser correlativos ni paralelos en el tiempo. No quería que duraran para siempre. Y tampoco pudieron serlo. Esos libros forman parte de eso. Publicar un libro era uno de los elementos, pero contar una gran historia muy fragmentada en poemas: habla del resto. Nunca he creído en la fama 'a lo grande'. Donde un famoso dice: 'Papas y lágrimas' y es poesía. Y si no lo entiendes te dicen: 'es Arte conceptual es así y no hay más.' Detesto esa imagen. Me gusta lo precario, amar los dos peniques que me botan en el gorro cantando en el callejón de nuestro bar bohemio de turno, que millones de personas viéndome recitar en un escenario. Es difícil publicar un libro, sí, mucho. Apenas te da para un refresco vender 100 copias, porque el escritor no gana mucho. Pero, ahí están. Existen. Y nadie es profeta en su isla. ¿No?

Asistimos a una cultura del desgaste, de adversarios, de epopeyas infinitas sin un final glorioso y de honor, quizás por la situación del planeta, la pandemia, o es que escondíamos el infierno de algún modo en nuestro interior y ahora no sabemos cómo salir de ahí. 

No quiero empezar con un: 'vivimos en una sociedad' pero, esta isla. Por poner un ejemplo, es como el resumen de todo lo ocurrido en la historia de la humanidad, pero versión telenovela. Es gracioso echar la vista atrás y ver un cartel de 'ama la vida' o 'la isla bonita' cuando sigues caminando y reírte como un maldito enfermo observando a la gente en la parada de guagua sin que sepas que les observas y ver que todos los demás se observan entre ellos, critican y ponen sus vivencias por encima del resto. La pandemia decían que era para salir mejor del pozo autoimpuesto del confinamiento. (risa sarcástica) No, hizo quitarnos la máscara. Contestar a todos esos que nos joden la vida. La pandemia solo es la punta del iceberg, es un 'cachetón' a mano abierta del planeta. Si dios existe no nos abandonó ni lo echamos. Está sentado con extraterrestres viendo 'Pasión Humana: La historia de unos monos que quisieron creerse alguien.' La telenovela más estúpida del universo. Salir de ahí es fácil, pero la gente está harta de 'lamerle' el trasero al resto. Necesita ser egocéntrica por una vez. Sin embargo, los matones del instituto están en bares de comida rápida luchando tímidamente por un futuro. Y nosotros, lo tímidos, estamos pegando gritos para cambiar al mundo como locos viviendo en un barril. No nos pusimos de acuerdo.

L@s jóvenes se mueven, eso está claro.

¿Se mueven? Si nos lo permiten. Eso veo yo. Para quedar bien, nos movemos todos. Aquí se suben a una guagua veinte jóvenes. Seis van de verbena, ocho de esos a coger en un callejón, un baño, un ascensor o un clóset de tienda de ropa. Cuatro de ellos, van a trabajar. Dos a hacer noches de poesía a las que nadie va. O iban. ¿Por qué? Los eventos o lugares para jóvenes: son mediocres. No vamos porque no cumplen estándares, son para quedar bien. Los jóvenes que se 'mueven' están eclipsados por la mala imagen que dan esos quince fumando vape y bailando TikToks. No estoy en contra de fumar o los tiktoks. Es que creen que con catorce años eres joven y tienes criterio. La juventud es a partir de los dieciocho o los veinte. Para abajo son niños que aburridos, se metieron en el mundo de la vergüenza ajena y drogas fáciles. ¿Nos movemos? No, el mundo así no lo quiere. Esos 'jóvenes' no quieren y los eventos mediocres esos son para 'verdaderos' jóvenes y nos aburren. Deberíamos hacerlos nosotros, pero ponen la excusa de que no se puede confiar en nosotros. Nos ponemos la mascarilla más que los adultos. ¡Fitetú!

Tu salida de La Palma a la Universidad de La Laguna, a estudiar Lengua y Literatura, descubriendo asignaturas que te fascinan, que vas encontrando un lugar desde el que emprender. Volver a tu isla es una fantasía utópica o de verdad, al margen de la emoción de extrañar, amar, se puede construir y crear en este nuestro preciado lugar, yo creo que sí.

Sí, es cierto. A veces extraño, a veces lloro, a veces me enfado, pero La Palma, o el lugar de origen de alguien, nunca cambia. Quizás no pueda perdonar muchas cosas. Pero se puede vivir en otra realidad separada sin que afecten cosas de la realidad común del resto. Su pensamiento rebaño o lo que sea. Un rapero que escucho mucho dijo: 'No encajes'. Y no intenten ser distintos iguales con esto de los pelos teñidos, uñas pintadas en hombres o pelo estilo K-Pop. Pueden gustar, a mí me gustan, pero no soy un clon. Podemos construir algo que nos guste a todos. Sí. Solo hay que intentarlo. Cómo intentar algo nuevo. Volver a La Palma: un fin de semana, unas vacaciones o por un evento, es una puñalada en el pecho, un puñetazo de tu mejor amigo en el estómago porque se quedó anclado y te echa la culpa de abandonarlo, es llover sin nubes a veinte grados en la sombra, es la mosca tras la oreja, barrer la mierda bajo la alfombra. Es una basura, pero es nuestra basura. Confío en ti. Sed diferentes de lo diferente.

Un mensaje a la sociedad del momento, sin tener en cuenta la historia, o el futuro, solo ahora. Algo que nos deje un sabor muy Pablo, antes de terminar este diálogo.

Ha quedado muerta la sociedad. Nadie osó de creerse humilde y hacer crítica hacia dentro y hacia fuera simultáneas en el momento. Sin embargo, es sabido de que, más allá del lenguaje, más allá de eventos, gustos propios, géneros, y todas esas palabras para hacernos creer etiquetándolos que somos iguales. Digo: que te jodan. Así de claro, sean egoístas. Y cuando se den contra la pared, dirán: ‘El humano es el único animal que es sobre-dependiente y no lo podemos cambiar’. Porque: 'Imbéciles' no es la última palabra del diccionario. Tampoco es 'amor'. Pero ya me entienden. Venga, a disfrutar con lo que se tiene. La felicidad es efímera, fútil y una cachonda mental. Y si se aburren: hay eventos por ahí para disfrute colectivo. Busquen más allá de la realidad común, métanse en los callejones estrechos de la existencia. Y piden en la taberna de mala muerte llamada 'personalidad' un licor de limón y lo dejan a mi cuenta. Y tranquilidad, no me los cobraré luego.

Está claro que no nos gustan los finales, a ninguno de 'los pablos'. La doble moralidad para observar la vida, la cultura combativa, el mensaje pobre y ciego, y mañana qué Pablo...

Despertaré tranquilo. Pues mañana, el mundo despertará igual de intranquilo sacudiéndose como parásito por este mundo. Se retorcerá invicto por los límites del capitalismo queriendo fingir ser los líderes de una vieja gloria. Y sabremos que es real, la vida es real. Seguiremos mosqueados con unos padres que no dejan dormir para llamar la atención, con unos profesores que “nos tienen manía” y con políticos buenos para nada, juventud despreocupada y falta de tacto teniendo cuatro containers para reciclar. Seguiremos buscando de qué quejarnos, cines muriendo y reboots innecesarios volviendo personajes negros o mujeres, por falsa igualdad permutable, millonarios yéndose del país. Mañana despertaremos siendo más necios, pero más felices y no nos daremos cuenta. ¿Y mañana qué…? No lo sé, y eso es lo hermoso… que lo sé, pero no lo sé... 

Entrevista realizada a mano, propia de la naturaleza de un vacío que llena otro vacío, de una realidad compleja que requiere de reflexiones complejas. Y ser difícil no es algo malo. Pablo es la circunstancia afortunada de ser, ser humano. 

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