Nona Perera: “Miriam Cabrera es ejemplo de vida cultural y forma parte de la familia de la matria arqueológica”
La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Nona Perera, participó en la jornada divulgativa celebrada este viernes en la Casa Roja de Mazo por los 70 años del hallazgo arqueológico de la necrópolis de La Cucaracha, en homenaje a Miriam Cabrera.
“Necesitamos encontrar las palabras más bellas para expresar que para nosotras es un honor compartir la tarde con ustedes. Dedicarnos al patrimonio cultural canario nos posibilita estar y sentir el contacto de personas sabias que viven entre la ciencia y la sabiduría canaria acumulada durante siglos”, dijo Nona Perera en su intervención en la jornada ‘La necrópolis de La Cucaracha y su entorno arqueológico’.
“Nuestra intervención será un espacio de homenaje a quienes se implican en el estudio y conservación de este legado. En este sentido, hemos conocido a personas que, como Miriam Cabrera, continúan aprendiendo, avanzando en conocimiento, acrecentando su sabiduría de tal forma que no envejecen porque aumenta más su saber, que sumar una vuelta al sol”, apuntó.
“Por esta circunstancia podemos decir que Miriam es ejemplo de vida cultural y que nunca ha aprendido a desconfiar de la felicidad porque la acepta, y por ello, la encuentra en su quehacer diario. Es plenamente feliz indagando, investigando, uniendo sogas del periodo nativo con las que nos ata al presente, desatando nudosidades para poder iluminar las cavidades oscuras de la historia benahoarita”, subrayó.
“La misma destreza que demuestra componiendo una vasija fragmentada la exhibe suponiendo, calculando, discurriendo -aunque en ocasiones su juicio sea errado-, porque especialmente aprende de los desaciertos, de las equivocaciones e inexactitudes, de los fallos y así, siendo impermeable a la desilusión se nutre de fuerzas para seguir con su propósito de avanzar en el conocimiento, y especialmente en la comprensión de la vida de quienes un día no muy lejano desembarcaron en las costas de La Palma”, indicó la directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias.
“Miriam -que ni cuando para está quieta- ha perpetuado y acrecentado las ganas de descifrar de las personas de La Palma, evidenciado con ello la importancia de evitar pérdidas de documentación porque resultan irreparables. En todo momento ha sido consciente de la relevancia de un fragmento cerámico, de un punzón, tanto como de contactar en décadas pasadas con quienes más sabían. De esta manera -junto a su familia- forma parte de un equipo consciente de la necesidad de construir pasado, se acerca a quienes visitan la Isla para satisfacer sus ansias de conocer, para poner en práctica la arqueología del saber aprender, porque se instruye en la práctica, en el diálogo con Diego Cuscoy, también hablando con quienes conocen y trabajan el campo, entienden el viento y leen en el cielo”, apuntó.
“Miriam pronto se fija en una parte del mundo que permanecía invisible a sus ojos, en las vasijas enteras y en las rotas, en los esferoides pulidos y en lo que no se acabaron para ejercer su misión encomendada y entonces comprende que no puede no hacerlo: implicarse en lo que podemos denominar arqueología del rescate, seguir rastros, guardar todo lo que posee interés para discernir. Y este acto, con todos los materiales depositados en el Museo Arqueológico Benahoarita, Miriam en inmensamente rica en felicidad, y la Dirección General de Patrimonio Cultural le está agradecida por ser una ciudadana ejemplar, porque con su habitual talento ha hecho escuela”, manifestó.
“Miriam forma parte de la familia de la matria arqueológica que permanece para estudiar el pasado y en ello encuentra felicidad, en su dedicación, uno de los placeres que aparentan estar en vías de extinción. Sabemos que adora lo cotidiano, el silencio, lo diario, lo normal, porque le permite alejarse de los ruidos que entorpecen su propósito: continuar interesándose por la historia de su pueblo”, agregó.
“Las personas aquí reunidas son relevantes por el conocimiento que poseen, la ciencia que practican en ámbitos tan dispares como la botánica, los cuidados y el quehacer diario, el agrícola y ganadero, la medicina, o el arte que también es conocido como artesanía”.
“No lo sabe, pero nosotras tenemos una percepción muy nítida de ella: manipulando vasijas, armando el puzle cerámico, trasladando cajas de materiales y con ello comprendiendo el paisaje de Benahoare. También la recordamos regando flores en la década de los 70, conociendo con ello el comportamiento del agua y la pauta de las estaciones, de las plantas que nos curan, de aquellas otras que nos dañan. Y todo ello sin practicar la cultura del desánimo, de la queja gratuita”, resaltó Nona Perera.
“Miriam conforma la imprescindible secuencia de transmisión del conocimiento que recibe porque se interesa e involucra y que agranda con sus personales aportaciones. Lo traspasa para perpetuar toda la erudición valiosa por su significativa utilidad para seguir vinculadas a la tierra a la que pertenecemos, dejando huella, no residuos”, comentó.
“Reconocemos, agradecemos y felicitamos a Miriam Cabrera por su disfrute en su dedicación en beneficio del patrimonio cultural canario. Con ello ha evitado la pérdida de conocimiento, ha hecho transitables de nuevo las rutas y los caminos colmatados de conocimiento que aún no hemos leído, y en ocasiones llevan décadas sin ser pisadas por nadie: museos, universidades o administraciones públicas”, puso de relieve.
“Sabemos que olvidar es otra forma de morir y que por eso tenemos que recordar, procurar no vaciarnos de recuerdos, no olvidar lo que somos ni quiénes somos. La recuperación del audiovisual de la primera intervención en la necrópolis de La Cucaracha, depositado en la Filmoteca Canaria por Miguel Ángel Toledo, nieto de Amílcar Morera, nos permite conservar esa memoria, donde estuvimos y donde estamos”, afirmó.
“Reiteramos nuestras felicidades especiales a Miriam por ser una persona sabia de la tierra porque representa a aquellas otras que también nos han proporcionado un futuro de conocimiento, de historia, de patrimonio y de matria canaria”.
“Muchas gracias por orientarnos aportando memoria que agranda las posibilidades de vida y porque sabe que hoy, mañana ya es historia, ya es patrimonio”, concluyó.
La exposición ‘La necrópolis de La Cucaracha: entre fuego y volcanes’ estará abierta al público hasta el 20 de mayo en el Museo Casa Roja en horario de lunes a sábado de 10.00 a 14.00 horas con entrada libre.
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