El retablo de Tijarafe al descubierto hasta septiembre
Una vez finalizado el mes de mayo el extraordinario, y único en sus características, retablo mayor de Tijarafe permanecerá totalmente al descubierto hasta septiembre. Es el momento que los estudiosos, conocedores y curiosos del arte retablistas de Canarias y España tienen ocasión de poderlo admirar en todo su esplendor.
Durante el resto de los meses del año y según la liturgia va marcando el retablo es oculto, tapado, por cortinajes y otros elementos. Los curiosos y estudiosos del arte que se acercan a Tijarafe a contemplarlo se quedan sin poderlo ver, habiendo hecho, incluso, gastos para llegar hasta el lugar.
Un momento decisivo para el arte retablista de Canarias fue el segundo tercio del siglo XVII. De su importancia señalaba el profesor de Historia del Arte Alfonso Trujillo Rodríguez (1936-1979) en su obra el Retablo barroco de Canarias (1979): “Hemos de hacerlo comenzar en 1628, momento en que aparece un nombre, Antonio de Orbarán, y un monumental retablo, el de la capilla Mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria de Tijarafe”.
El retablo mayor de Tijarafe ha sido desde hace décadas considerado por estudios de especialista como único y extraordinario. Está dispuesto en cinco calles y entre sus peculiaridades es que entre las calles y las columnas se incorporan un extraordinario apostolado tallado, con lo que parece que hay once calles, mostrando un estilo mixto entre escultura y pintura. Las pinturas reflejan trazos que recuerdan la pintura de las escuelas flamencas, del antiguo territorio español de Flandes. En la calle central destaca la hornacina de la Virgen de la Candelaria, patrona y alcaldesa honoraria del municipio.
El retablista Antonio de Orbarán, de origen mejicano, debió vivir largas temporadas en Tijarafe. Así lo acreditan los libros sacramentales en los que figura su nombre y firma en los asientos. Una obra de la envergadura y rigor del retablo mayor tijarafero debió ser un trabajo que necesitaba que su artífice residiera en el lugar mientas lo iba construyendo y montando en la capilla mayor.
El año 1993 fue decisivo para su conservación y restauración. Se entró de lleno en los trabajos necesarios y fueron asumidos por el Taller de Restauración de Pintura y Escultura del Cabildo Insular de La Palma. Isabel Santos e Isabel Concepción fueron las técnicas encargadas de ello recibiendo el apoyo incondicional del Ayuntamiento y especialmente por el que por ese entonces era concejal de cultura el recordado José Luis Lorenzo Barreto.
Hace unos años de nuevo ha intervenido el Taller de Restauración de Pintura y Escultura del Cabildo de La Palma a los efectos de pasados los años efectuar trabajos de mantenimiento y estudio del mismo. Loable labor de colaboración entre la administración pública, Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento.
Aún con lo manifestado, y especialmente la intervención pública económica necesaria, adolece el retablo tijarafero de una exposición y visualización directa a todos aquellos estudiosos, interesados y vecinos que acuden a Tijarafe a contemplarlo en cualquier momento del año. El calendario litúrgico anual y las tramoyas necesarias ocultan con telas y otros enseres el reclamo e interés sacro y artístico de la obra del barroco canario.
En el año 2013 el mejicano Pablo Vidal, miembro del departamento de Arte de la Universidad Nacional Autónoma de Méjico visitó y estudió el retablo de Antonio de Orbarán. Puso de relieve que lo consideraba un ejemplo único de la escultura novohispana de la época virreinal del país centroamericano.
En 2019 la Corporación Municipal, a propuesta del PSOE, acordó hacer gestiones tendentes a mitigar, dentro de lo posible, este problema. Que sepamos nada se ha conseguido. El retablo permanece “secuestrado”, oculto, durante la mayor parte del año.
Recordemos de nuevo lo que decía el profesor Alfonso Trujillo en su obra el Retablo barroco de Canarias: “Hemos de hacerlo comenzar en 1628, momento en que aparece un nombre, Antonio de Orbarán, y un monumental retablo, el de la capilla Mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria de Tijarafe”.
Es decir, cabe el honor y responsabilidad al pueblo de Tijarafe, y a la isla de La Palma, de tutelar una joya de los retablos barrocos de Canarias definido por: “monumental retablo”.
*María Victoria Hernández es cronista Oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)
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