Industria realiza una campaña de prevención para promover el cierre de pozos y galerías abandonados o inactivos
La Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias ha puesto en marcha una campaña de prevención para promover el cierre de los pozos y galerías que están abandonados o inactivos en Canarias.
La campaña, que se prolongará desde el 10 de diciembre hasta el 23 de diciembre, incluye anuncios en los medios de mayor audiencia de prensa, radio y televisión, informa una nota de la Consejería.
A través de ella, la Consejería quiere informar a los titulares de estas infraestructuras y a los propietarios de los terrenos en los que están ubicadas de los pasos que tienen que dar para facilitar su cierre como principales responsables de su control y mantenimiento.
La nota indica que esta iniciativa forma parte de las acciones impulsadas desde el Servicio de Minas de la Dirección General de Industria y Energía para garantizar un control eficaz del estado en el que se encuentran los pozos y aguas de las islas y contribuya a mantener la seguridad en dichas infraestructuras.
En los últimos seis años el Gobierno de Canarias ha cerrado un total de 117 galerías y pozos abandonados y de titular desconocido que habían sido clasificados previamente como de alto riesgo por los consejos insulares de Aguas, a los que se encargado los trabajos para elaborar un censo que permita tener actualizada en cada isla la localización y fase de vida en que se encuentran estas instalaciones hidráulicas.
De acuerdo con la regulación de 2008, tanto las comunidades de aguas como los propietarios de los terrenos en los que están ubicadas las instalaciones hidráulicas subterráneas son responsables de su control y mantenimiento, lo que implica mantenerlas correctamente señalizadas y cerradas.
El propietario de galería o pozo puede solicitar ante la Dirección General de Industria y Energía la clausura voluntaria, siempre antes a la ejecución de las obras, informa la Consejería.
Este departamento será el encargado de supervisar que las obras de cierre se lleven a cabo conforme a los requisitos de construcción y seguridad establecidos en cada caso.
En caso de que el titular de la instalación sea desconocido será el propietario del terreno en el que se encuentre la misma, el responsable de mantener su seguridad y solicitar la clausura voluntaria de aquella.
El cierre definitivo de las instalaciones hidráulicas subterráneas implica la construcción de varios muros de hormigón con los que se sellan tanto las galerías como los pozos, a modo de búnker, aunque siempre será la Dirección General de Industria y Energía quien dictará en cada caso la forma de ejecutar las obras.