Declaran cuatro históricos de ETA que tenían documentos que vinculaban al rotativo con la banda

MADRID, 12 (EUROPA PRESS)

El juicio contra cinco directivos del diario vasco 'Egunkaria' que se desarrolla en la Audiencia Nacional se reanudará hoy con la declaración en calidad de testigos de cuatro históricos miembros de ETA, a los que se incautaron documentos que, según las acusaciones, demuestran la vinculación entre el rotativo y la banda terrorista.

En concreto, se trata de los dos presos críticos José Luis Álvarez Santacristina 'Txelis', ex responsable del aparato político de la banda, y Carmen Guisasola, expulsada por la dirección de ETA en 1998. Además, acudirán a la Audiencia Nacional José María Dorronsoro Malaxetxeberria, también en prisión, y José Domingo Aizpurua 'Pitxas', que fue puesto en libertad en Francia el pasado mes de diciembre.

El pasado noviembre Gisasola firmó y publicó una carta, junto a Joseba Urrusolo Sistiaga, en la que afirmaba que sería “deseable que ETA decidiera el cierre de la lucha armada”, aunque señalaba que, si la banda “sigue como hasta ahora”, debería ser la izquierda abertzale la que plantease el fin de la violencia como cuestión central de su propuesta.

Los cuatro son testigos a propuesta de la acusación popular representada por Dignidad y Justicia (DyJ), que junto a la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), acusa a los cinco directivos del periódico, clausurado en 2003 por orden del juez Juan del Olmo, de integración en organización terrorista. La Fiscalía pidió el archivo de la causa.

“VINCULACIÓN ECONOMICO-FINANCIERA”

Según el escrito de calificación de DyJ, varios documentos incautados a los cuatro miembros de ETA entre 1990 y 1993 demuestran la “vinculación económico-financiera entre la banda terrorista y el periódico y el encuadre de éste en el entramado delictivo de ETA”.

Estos documentos sirvieron también de base para el cierre del rotativo ordenado por Del Olmo, para quien el objetivo del diario era facilitar el amparo y difusión, “con apoyo del idioma euskera como cobertura cultural para ello”, del ideario terrorista.

En concreto, el juez citó tres documentos intervenidos en Francia en el ordenador personal de 'Txelis' --miembro de la dirección de ETA hasta 1992-- referidos a la 'Estrategia política y lucha institucional', en los que destaca la “trascendencia y pronta culminación del proyecto del periódico en euskera 'Egunkaria'” dentro de las iniciativas previstas para romper lo que era entonces el aislamiento social del Movimiento de Liberación Nacional Vasco.

Otros documentos, intervenidos al etarra 'Pitxas' tras su detención en Francia en 1991, hablaban del “problema de la dirección” del periódico, de sus nombramientos y de que las decisiones importantes, como las relativas a la designación del director del diario pasaban por la cúpula de ETA.

Por su parte, a Dorronsoro se le halló documentación que identificaba a las organizaciones del entramado ETA-Kas y que asignaba a Euskaldun Egunkaria la clave 'EE', mientras que a Gisasola se le encontró información por la que se advertía a ETA de que el periódico no podría contar con rotativo y local propio.

LOS DIRECTIVOS NO SABEN “NADA” DE LOS “DICHOSOS PAPELES”

Durante su declaración en el juicio, que comenzó el pasado 15 de diciembre, los cinco directivos --Iñaki Uria, Juan María Torrealday, José María Auzmendi, Xabier Oleaga y Martxelo Otamendi-- negaron cualquier implicación con la banda terrorista y se definieron como promotores del euskera que pretendían dar respuesta al “interés' que había en un periódico íntegramente en euskera.

Además, Uria aseguró no saber “nada” de los documentos incautados a ETA y reconoció que cuando se publicaron en prensa causaron un “gran revuelo”. “Venían en contra de Egunkaria, de nuestra independencia y nos intentaba ligar con ETA, cosa que no era”, afirmó, para después apuntar que los “dichosos papeles” buscaban “hacer daño” al periódico.

Este directivo también recordó que el Consejo de Administración del rotativo emitió una nota para denunciar que esos documentos eran un “infundio” y para dejar claro que “nadie desde el exterior había intervenido nunca” en las decisiones de 'Egunkaria'.

En la segunda y última sesión del juicio antes del descanso por las vacaciones de Navidad comenzaron a declarar los primeros testigos. Entre ellos, compareció el guardia civil que dirigió la investigación que culminó en la clausura del periódico, quien explicó que las pesquisas comenzaron después de tener noticia de las relaciones entre un entramado mercantil y ETA y aseguró que fruto de las averiguaciones se concluyó que había indicios “evidentes” de las vinculaciones entre el rotativo y la banda terrorista.

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