Garzón ordena la detención del 'abertzale' Olano
El juez Baltasar Garzón ordenó este lunes la detención del dirigente de Askatasuna Juan María Olano para que sea trasladado este martes a la Audiencia Nacional para celebrar una “vistilla” en la que el fiscal podría solicitar su ingreso en prisión por reincidir en delitos por los que ya está procesado y por vulnerar la suspensión de actividades de esta organización.
Según fuentes jurídicas, el magistrado adoptó esta decisión “vistos los informes policiales” y a instancias del fiscal, que considera que Olano -en libertad bajo fianza de 60.000 euros y pendiente de ser juzgado a partir de octubre por su pertenencia a Gestoras Pro Amnistía-Askatasuna- ha vulnerado la suspensión de actividades de Batasuna por participar en una manifestación ilegal en San Sebastián en apoyo a los presos de ETA. Olano, que se enfrenta a una petición del fiscal de diez años de cárcel por integrar Gestoras, fue detenido el domingo por la Ertzaintza junto a otras ocho personas cuando participaba en la manifestación que fue prohibida por la Consejería de Interior del Gobierno Vasco y en la que once personas resultaron heridas, entre ellos cinco ertzainas, cuando la Policía Autónoma trató de impedir su celebración.
Los restantes ocho detenidos quedaron en libertad y, según informó la portavoz de la organización de apoyo a los reclusos de ETA Oihana Agirre, deberán acudir al juzgado cada 15 días, aunque Olano volvió a ser arrestado por orden de la Audiencia Nacional. La portavoz de Askatasuna, quien compareció ante la sede del PNV acompañada por varias personas heridas en los incidentes y por alguno de los arrestados, afirmó que, además de los contusionados, una persona se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de un centro hospitalario donostiarra debido a un ataque al corazón que, según aseguró, sufrió durante los enfrentamientos con la Ertzaintza.
La representante del colectivo de apoyo a los presos de ETA responsabilizó a “todo el PNV” de los incidentes, y en concreto al consejero de Interior, Javier Balza, al que acusó de “planificar” los altercados al “enviar a dos centenares de ertzainas a sembrar el pánico” entre los ciudadanos.
“Parte del entramado etarra”
Dado que Olano está pendiente de ser juzgado por su “integración en el entramado” de Gestoras Pro Amnistía, Garzón, que le tomará declaración en el marco de las diligencias previas 275/06 en la que se investiga exclusivamente a Askatasuna (la sucesora de Gestoras), remitirá las actuaciones a la Sala de lo Penal por si estima que debe decretar su ingreso en prisión en la causa por la que será juzgado en octubre. El fiscal pidió este lunes la detención y comparecencia de Olano ante Garzón para celebrar una “vistilla” en la que podría pedir su ingreso en prisión al entender que podía “haber reiterado” la comisión “de un delito de integración en banda armada e infringido la prohibición de suspensión de actividades” de Askatasuna que, recuerda, es “parte integrante del entramado etarra”.
Olano fue detenido en 2001 en Bayona (Francia) en cumplimiento de una orden de busca y captura dictada por Garzón que le procesó por pertenencia a banda armada a través de su actividad en Gestoras. Tras ser extraditado por Francia en 2003, Olano permaneció en prisión provisional hasta septiembre de 2005, cuando depositó la fianza de 100.000 euros que le impuso la Audiencia Nacional para poder eludir la cárcel y que después se le rebajó a 60.000.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá 10 años de prisión por el delito de integración en ETA para Olano y otros 27 responsables de Gestoras pro Amnistía y solicitará la declaración de ilicitud y la disolución de esta organización. Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, Gestoras “es una de las estructuras que forman parte del entramado de ETA” y fue directamente financiada por la banda terrorista “al menos hasta 1991”.
El fiscal sostiene que Gestoras ejerce el control del colectivo de presos de ETA, actúa como enlace entre los reclusos de la banda y la dirección de ésta, asegura “el sometimiento a la disciplina orgánica de ETA” de los encarcelados y convierte en objetivos directos de la organización terrorista “a las personas e instituciones a las que considera responsables de la situación de los presos”.