Los Reyes presiden el desfile militar con motivo de la Fiesta Nacional
Los Reyes han presidido este domingo el desfile del Día de la Fiesta Nacional, que no ha contado con exhibición aérea por el mal tiempo y ha registrado el momento más emotivo en el homenaje a los caídos, con la presencia de familiares de militares y guardias civiles fallecidos el último año.
Unos 4.600 hombres y mujeres han participado en el desfile en el que se exhibieron por el paseo de la Castellana unos 250 vehículos, entre carros de combate, acorazados y los nuevos vehículos blindados Lince que se están enviando a las misiones en el exterior.
Bajo un cielo encapotado y con amenaza de lluvia, llegaron los Reyes a la Plaza de Colón hacia las 10.30 horas, acompañados por los Príncipes de Asturias, los duques de Palma y la infanta Elena, donde fueron recibidos con aplausos.
Minutos antes, cuando por la megafonía se anunciaba la llegada de Zapatero, desde las tribunas de público se escucharon algunos abucheos.
Al Rey le esperaban Zapatero, los presidentes del Congreso, José Bono, del Senado, Javier Rojo, ministros y autoridades nacionales, autonómicas y locales.
Tras recibir los honores de ordenanza, don Juan Carlos, junto a Zapatero, Bono y Rojo, realizaron el homenaje a los que dieron su vida por España, que contó con la participación de 16 familiares de los 20 militares y guardias civiles fallecidos desde el 12 de octubre del pasado año.
Entre ellos la viuda y el hijo del brigada Luis Conde de la Cruz, asesinado en atentado de ETA en Santoña, los familiares de los dos militares muertos en Bosnia a finales de junio, en Kosovo y en Líbano, así como de los dos guardias civiles asesinados en Cap Bretón.
Asistieron el gabinete de Zapatero en pleno, salvo el titular de Economía, Pedro Solbes, y el de Industria, Miguel Sebastián, los presidentes autonómicos de Madrid, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria, Ceuta y Melilla, y dirigentes políticos.
Entre los dirigentes políticos, el líder del PP, Mariano Rajoy, que permaneció en las tribunas junto con Soraya Saénz de Santamaría, al lado del portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso.
Desfilaron las banderas de 13 países, entre ellos Estados Unidos, que cuentan con representación en el Cuartel General de Alta Disponibilidad Terrestre de Bétera y del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad de Rota.
Todos los invitados se pusieron en pie al paso de las banderas de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía y Turquía, países que aportan personal a ambos cuarteles generales
Las malas condiciones meteorológicas obligaron a suspender el tradicional desfile aéreo, en el que estaba previsto participaran 73 aeronaves, entre aviones de transporte, helicópteros y aviones de combate.
También se eliminó del programa el salto paracaidista desde un helicóptero sobre la Plaza de Colón, en el que soldados de la Brigada Paracaidista trasladaban a tierra la bandera nacional.
El desfile lo abrió la sección de motos de la Guardia Real, a la que siguió el Mando y Estado Mayor de la Brigada Infantería Acorazada “Guadarrama” XII, que dio paso a la Agrupación Motorizada.
La Unidad Militar de Emergencias dio paso a la compañía de la Guardia Civil.
A continuación se exhibieron carros de combate Leopard y Pizarro pertenecientes a las divisiones Acorazadas-Mecanizadas, principalmente de la Brigada de Infantería Acorazada Guadarrama XII, Brigada de Caballería Castillejos II, del Tercio de Armada de Infantería de Marina y Agrupación de Transporte.
Militares de la Brigada Paracaidista, la Brigada Ligera Aerotransportable, el Mando de Operaciones Especiales y la compañía Esquiadores-Escaladores de la Jefatura de Tropas de Montaña “Aragón” finalizaron esta parte del desfile.
A continuación, aparecieron los más aplaudidos, la Legión, con su peculiar marcha de 160 pasos por minuto y con la cabra como mascota, y los Regulares, con su marcha a cámara lenta.
Cerraron el desfile las unidades a caballo, compuestas por la Sección Hipomóvil de la Guardia Real y el Escuadrón de Sables de la Guardia Civil.
Al término del desfile, todos los invitados se dirigieron al Palacio Real a la recepción ofrecida por los Reyes, a la que no acude el presidente del Gobierno, porque se desplaza a París a una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la zona Euro para tratar la crisis financiera.