El PSOE y los tipos de cambio

Los expertos en comunicación política suelen medir al detalle los motivos para convocar un determinado acto, así como el día, la fecha y la hora de la convocatoria. Este sábado, el PSOE celebraba una de sus principales actividades para afrontar las elecciones del 27-M: la presentación del Manifiesto autonómico del partido con la participación de muchos de sus candidatos a presidir distintas Comunidades Autónomas. El lugar elegido era el Auditorio de Tenerife, en Santa Cruz, y la hora las 11 de la mañana.

A lo largo de las distintas intervenciones, iniciadas por el secretario general de los socialistas canarios, Juan Carlos Alemán, y concluidas por el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se repitió muchas veces la palabra “cambio”, un deseo que los socialistas tratan de transmitir a la población para llegar al Gobierno en distintas Comunidades Autónomas, especialmente en Canarias.

Durante el acto, se dieron algunas pinceladas del Manifiesto autonómico del PSOE, pero la mayor parte se centró en un solo objetivo: el total apoyo del partido, con el presidente a la cabeza, al candidato socialista a del Gobierno canario, Juan Fernando López Aguilar, en uno de los feudos de su principal rival, ATI-CC. Por tanto, no ha sido ninguna casualidad la elección del lugar, porque es en Tenerife donde se va a librar la principal batalla para que se produzca, precisamente, ese 'cambio' que trata de liderar López Aguilar.

La hora tampoco debió ser casualidad. Quizás por eso, Juan Carlos Alemán abrió la jornada a las 11:15 expresando “nuestro respeto a las miles de personas que se manifiestan hoy en Santa Cruz por diferentes motivos”, en alusión a la movilización de Asamblea por Tenerife convocada Contra la corrupción, en contra del Puerto de Granadilla y por la demcocracia participativa, que, efectivamente, volvió a sacar a la calle a miles de personas.

Tras Alemán, intervino la candidata socialista al Ayuntamiento capitalino, Gloria Gutiérrez, que expuso parte del programa municipal, seguida de la dirigente del PSOE Carmen Hermosín, encargada de presentar el Manifiesto autonómico, que puede interpretarse como un nuevo impulso a de las Autonomías sobre la base del diálogo, el reconocimiento de la pluralidad y la cooperación interautonómica.

En nombre de los candidatos autonómicos presentes intervino en primer lugar la candidata socialista a de Cantabria, Lola Gorostiaga, que contrastó la forma de gobernar del PSOE frente al PP, “una oposición que no se merece España”. Posteriormente tomó la palabra Juan Fernando López Aguilar, el momento más esperado, junto con la intervención de Zapatero, por los militantes socialistas que llenaban el Auditorio.

Aguilar afirmó que no hay otra fuerza política mejor que pueda representar a la sociedad que el PSOE y también habló de cambio, en este caso de “cambiar la hora de Canarias” para ponerla una hora por delante del resto del país, aludiendo a las conocidas estadísticas de paro, fracaso escolar, listas de espera, salario, etc., que afecta a la sociedad de las islas. También se refirió al cambio climático y al respeto del medio ambiente, mientras por fuera del Auditorio, un grupo de personas se concentraba en contra el Puerto en Granadilla, uno de 'los distintos motivos' a los que aludía Alemán al inicio del acto.

López Aguilar se mostró convencido no sólo de que el PSOE va a ganar las elecciones sino, algo más difícil por el sistema electoral canario, que va a gobernar Canarias después del 27 de mayo. Para ello, se centró en pedir el voto a tres grupos de población: los jóvenes, los 'nuevos canarios' tengan el acento que tengan y “los que están enfadados” y que también se estaban manifestando a la misma hora. Porque según López Aguilar el ciudadano tiene un poder, que es el voto, para cambiar las cosas y porque en su opinión “hay una solución mejor que gritar en las calles o la opción de abstenerse, que es barrer con los votos a los malos gobernantes”. Pero los manifestantes gritaban por las calles de Santa Cruz “no con mi voto”, en referencia al Puerto de Granadilla, pocos minutos después.

Zapatero intervino durante casi cuarenta y cinco minutos, también aludiendo al cambio que ha supuesto la llegada del PSOE al Gobierno, con la aprobación de leyes como la de Igualdad, por el respeto a la palabra dada, como la retirada de las tropas españolas de Irak, o como el restablecimiento del diálogo con las Comunidades Autónomas.

Se refirió Zapatero a que Juan Fernando López Aguilar no será un presidente que esté pensando qué solar recalificar, sino cómo hacer frente a las desigualdades sociales, del respeto al medio ambiente, de la buena situación de la economía y del crecimiento económico por encima de la media europea.

En ese momento, el subdirector de un diario local me comentaba en la sala de prensa habilitada e el Auditorio que ese crecimiento económico se ha basado precisamente en el sector de la construcción, pero, dado que el presidente seguía hablando, habrá que dejar para otro día el debate, que no tendría por qué centrarse en qué sector impulsa ese crecimiento, sino por qué se utiliza un parámetro del capitalismo neoliberal, como el crecimiento económico o la evolución de los tipos de interés, para medir el buen funcionamiento de una economía, que es, por definición, la actividad de administrar los ingresos y los gastos de la manera más provechosa.

También habló del cambio en la política exterior y puso como ejemplo que a partir de la próxima semana los barcos pesqueros andaluces y canarios podrán faenar en los caladeros marroquíes. En ese momento, en torno a las 12:30 horas, se alzó una voz entre el público, que gritaba “vendiendo el Sáhara”. El hombre, miembro de de Amigos del Pueblo Saharaui, fue 'invitado' a abandonar el Auditorio y posteriormente trasladado a la comisaría ubicada en Aires.

Zapatero, algo contrariado, tardó varios minutos en recuperar la velocidad de crucero de su discurso, que acabó pasadas las 13:10 con la promesa de venir a la toma de posesión de López Aguilar como nuevo presidente del Gobierno de Canarias. Después, en dirección al aeropuerto, salió con su comitiva del Auditorio de Tenerife, donde le esperaba en la acera de enfrente una decena de vecinos de Cho Vito anunciando su 'Suicidio colectivo', una negra metáfora de lo que puede pasar con el actual modelo económico de desarrollo, que impulsa desenfrenadamente el cambio climático.

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