El reparto del poder complica el cierre del organigrama del Gobierno
Si el cierre de la ‘cúpula’ del Gobierno regional que preside Fernando Clavijo se efectuó con celeridad, no sucede así en los niveles intermedios del gabinete (viceconsejerías y direcciones generales) debido tanto a las discrepancias internas en el seno de Coalición Canaria (CC), sobre todo en Fuerteventura, como al hecho de que con la remodelación, departamentos como Política Territorial están huérfanos de cargos vacantes, pues la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) no se pueden modificar de momento.
No obsatnte, varias fuentes consultadas por Canarias Ahora aseguran que “todo va a quedar solucionado en esta misma semana, y salvo dos o tres cargos, el resto se nombrará en el Consejo de Gobierno” que Clavijo ha convocado para el sábado 25 de julio.
Según estas mismas fuentes, el retraso se ha debido a que “se han aumentado a 10 el número de consejerías y parte de la estructura administrativa suprimida tanto por los recortes presupuestarios como por condensación que hubo de departamentos en una sola Consejería en la pasada legislatura ha complicado la conclusión de los niveles intermedios”.
Al respecto, recuerdan como ejemplo que respecto al anterior Gobierno se recuperan la Viceconsejería de Industria, Energía y Comercio (Consejería de Economía), la Dirección General de Relaciones Exteriores (Presidencia del Gobierno), la Viceconsejería de Cultura y Deportes (vinculada a Turismo), la Dirección General de Emigración (Presidencia del Gobierno) o la Dirección General de Protección de la Naturaleza (Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad).
No obstante, también han asumido que la crisis nacionalista que hubo en Fuerteventura en el mes de marzo, que enfrentó a José Juan Herrera con Marcial Morales y Mario Cabrera, y que se resolvió con la mediación de José Miguel Ruano también ha retrasado el cierre del organigrama por la parte de CC.
De hecho, en la Comisión Permanente de CC celebrada el lunes, la organización de Fuerteventura elevó hasta 40 nombres a la dirección, no tanto para ‘colocarlos’ como para que Clavijo los tuviera en cuenta en los próximos nombramientos con el fin de “mantener los equilibrios logrados en su momento” para evitar la ruptura de los nacionalistas.
