Aparcamientos a las afueras de las ciudades: la medida estrella para aliviar el tráfico en las capitales canarias 

Aparcamiento intermodal en la zona de El Rincón (Las Palmas de Gran Canaria).

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

La solución para aliviar el tráfico en Las Palmas de Gran Canaria y en Santa Cruz de Tenerife propuesta por las áreas de movilidad de ambas administraciones es idéntica: aparcamientos a las afueras de las ciudades para que los ciudadanos dejen el coche y se muevan por la urbe en transporte público.

Para tratar de descongestionar la entrada del sur a la capital grancanaria o en diferentes partes de la ciudad, como en la plaza Belén María en el Puerto, el túnel de Julio Luengo o en Plaza América, el concejal de Movilidad, Promoción Económica y Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, apuesta por “aparcamientos en las afueras de la ciudad”, para que las personas que vengan de otras partes de la Isla a realizar sus gestiones en la capital puedan dejar su vehículo privado y desplazarse en guagua o en bicicleta.

“Vamos a replicar el modelo del aparcamiento de El Rincón, en el que se puede dejar el coche el día entero y solo pagas 2,50 euros, y además te dan un bono de guagua de ida y vuelta. Ese modelo queremos implantarlo en la zona del Cono Sur; también a la altura de la bajada de Tafira, para la gente del centro de la Isla y para acabar con el estacionamiento irregular de esa zona; y también en Tamaraceite y por la zona del barranco de la Ballena”, explica Ramírez.

En el mismo sentido, el concejal de Seguridad, Movilidad y Medio Ambiente en Santa Cruz de Tenerife, Florentino Guzmán, estima que para aliviar las retenciones y los atascos que se forman a la altura de la piscina municipal en la que confluyen vehículos que provienen del sur y del norte, asegura que la única vía es “recuperar espacios de aparcamientos adecuados a zonas de transporte público para intentar que el ciudadano que venga a la ciudad pueda dejar su coche y luego enlazar con transporte público”.

El objetivo en ambas ciudades es fomentar el uso del transporte público. En el caso de Las Palmas de Gran Canaria, las obras de la MetroGuagua y los carriles bici han marcado el mandato municipal en este sentido. “Hemos puesto en marcha un abanico de políticas de forma paralela, con el riesgo de que la gente no lo entienda; pero se ha comprendido, porque nuestros resultados electorales han sido positivos”, justifica Ramírez.

En Santa Cruz de Tenerife, el PSOE, con el respaldo de Podemos y Ciudadanos, desbancó a Coalición Canaria después de 40 años ininterrumpidos de gobierno. Guzmán asegura que el “punto de partida” de la nueva administración es actualizar el plan de movilidad urbana, que data de 2014 y tiene 10 años de vigencia, con el objetivo de tener “un plan específico por su orografía” enfocado en la “movilidad sostenible”.

En una entrevista el pasado mes de julio, Guzmán se mostraba partidario incluso de la posibilidad de implementar un sistema similar al de Madrid Central en la capital, pero en septiembre opina que “cada ciudad es diferente” y, en el caso de Santa Cruz de Tenerife, expone que precisa de “un documento propio” que pueda incluir “iniciativas que han funcionado en otros entornos como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia”.

En ambas administraciones se aspira a que el peatón tenga protagonismo y pueda elegir entre varias opciones para desplazarse por la ciudad, sin tener que recurrir siempre al vehículo privado.

Las Palmas de Gran Canaria cuenta con un servicio público de bicicletas denominado sitycletas, con 400 en total de las cuales 20 son eléctricas. “Además de eso, consideramos que el taxi es una solución de movilidad importante”, añade Ramírez, quien tampoco olvida que el vehículo privado, que usa “el 70%” de los habitantes de la capital, y enfatiza el uso del coche eléctrico: “Hay una exención de pago de impuestos a estos vehículos y a los híbridos, no pagan zona azul, pueden circular por los carriles bus-taxis o pueden cargar en los aparcamientos públicos y municipales de manera gratuita.

Sin embargo, reconoce la dificultad de la conectividad con la parte alta de la ciudad: en la capital grancanaria “el 75%” de la población que vive en Ciudad Alta “hace su vida cotidiana” en la parte baja de la urbe, según Ramírez. Y las alternativas se reducen al vehículo privado, la guagua, o las bicicletas eléctricas públicas.

Reconoce que las motos eléctricas de alquiler pueden ser una buena alternativa, pero aún se están desarrollando de una manera muy incipiente y con la obligatoriedad de estacionarlas en espacios habilitados para ello. Ramírez explica que esto se debe a la ordenanza de tráfico actual, que no permite que una empresa privada use espacio público para aparcar motos de alquiler. “Lo prohíbe porque se perseguía aquello de aparcar coches para ponerlos a la venta. Y se ordenó de una manera muy restrictiva. Y estamos en un proceso de cambio de la nueva ordenanza”.

En Santa Cruz de Tenerife no hay servicios públicos de bicicleta, pero Guzmán asegura que tratarán de fomentar el uso de la bicicleta eléctrica al tiempo que recuerda que ya las motos eléctricas del alquiler están integradas en el día a día de la ciudad sin las restricciones que existen en Las Palmas de Gran Canaria. Acerca del problema de la escasez de aparcamientos, sobre todo en zonas circundantes a centros educativos y hospitalarios, el concejal ha ofrecido como solución poner en marcha diferentes aplicaciones tecnológicas que informen al ciudadano de los estacionamientos que hay libres o que los propios usuarios puedan volcar información.

En cualquier caso, tanto Ramírez como Guzmán coinciden en que la ciudad ideal en cuanto a movilidad es aquella en la que puedan convivir el peatón, el tráfico y el transporte público de forma sostenible.

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