Ben Magec advierte de que los fondos del IGTE se olvidan de la sostenibilidad
Ben Magec- Ecologistas en Acción reclama al Gobierno de Canarias que los proyectos que se financien con los 1.600 millones de euros del extinto Impuesto General sobre el Tráfico de Empresas (IGTE) permitan avanzar hacia la sostenibilidad y hacia un nuevo modelo económico. En concreto, consideran que deben basarse en “una economía vinculada a las personas, al territorio y sus recursos”.
La asociación hace esta petición tras conocer algunas de las iniciativa que se han barajado en las últimas semanas, que consideran que están más vinculadas a la creación de infraestructuras que a las políticas activas de empleo. Según recuerdan, ya hay quien ha reclamado los fondos del IGTE para “la construcción de un palacio de congresos; el asfaltado de la red viaria; un centro náutico y un club de buceo, zonas comerciales, un muelle deportivo y pesquero o importantes infraestructuras viarias”.
Para los ecologistas, con estos proyectos se puede constatar que, “una vez más, se están promoviendo como soluciones a esta crisis sistemática y multidimensional lo mismo que nos ha traído hasta aquí”. Y es que, a juicio de este colectivo se busca “beneficiar a los mismos y perpetuar el mismo sistema capitalista que pone los intereses económicos por encima de las personas, la vida y el medio ambiente”.
Ben Magec recuerda que en el documento firmado entre el Gobierno de Canarias, la Federación Canaria de Islas (FECAI) y los presidentes de los cabildos, a excepción del Cabildo de Gran Canaria, se acuerda como solución a los desequilibrios y a los “preocupantes” niveles de desempleo, “cimentar una estructura más solida a través la inversión en I+D+i, infraestructuras y políticas activas de empleo”. Además, se finaliza el documento augurando el comienzo de un viaje de esperanza y oportunidades hacia un nuevo modelo.
Sin embargo, la asociación critica que realmente la inversión en investigación se prevé en un 5% y que este documento parece “un colador” en el que caben muchos proyectos especulativos “que aumentan los beneficios de grandes constructoras y promotoras, (y, en ocasiones, la de miembros de partidos políticos)”. Asimismo, insisten en que no incluyen ninguna línea estratégica para el sector primario e industrial.
Ben Magec insiste en rechazar aquellos proyectos que supongan un “retroceso” para la sostenibilidad del territorio, que no avancen hacia la soberanía energética y económica, o que impliquen el aumento de las necesidades de movilidad basada en energía fósiles.
La asociación enumera como ejemplos de proyectos hacia donde no se debe caminar, el tren de Las Palmas de Gran Canaria a Maspalomas o el Eje Transinsular de Transportes de Canarias, “los cuales parecen estar en hibernación hasta coyuntural hasta coyunturas favorables”, puntualizan.
Los ecologistas apuntan que sería un error abogar por la “insostenibilidad en una región ya de por sí notablemente insostenible y dependiente energéticamente”.
Ben Magec sostiene que esta situación y la condición geográfica de Canarias emplaza a abordar este problema de una manera “urgente y decidida”. Además, consideran que puede suponer una fuente de empleo y economía para Canarias, mucho más sólida y menos dependiente que la actual, “la cual está abogada al fracaso frente a un horizonte de escasez de combustibles fósiles y otros recursos energéticos y materiales en los se basa esta sociedad altamente consumista y derrochadora”, aseguran.
Los ecologistas anuncian que las últimas noticias con respecto al IGTE le llenan de dudas. Por un lado, serán lo ayuntamientos, cabildos, consejerías y universidades las que optarán a la presentación de proyectos que se financiarán con estos fondos, y según ha asegurado Clavijo, las propuestas tendrán que mejorar la competitividad de la economía sin generar más gasto público. No obstante, Ben Magec puntualiza que esto no se comprende teniendo líneas estratégicas como las infraestructuras de transporte, cuyo mantenimiento corre a cuenta de las arcas públicas.
El colectivo se cuestiona si se establecerán unas directrices generales para la presentación de los proyectos; si se van a incluir criterios de sostenibilidad económica, energética, medioambiental y social. También se plantean si estos deberán enmarcarse dentro de un modelo económico, territorial, ambiental y social previamente definido y consensuado mediante la participación ciudadana, o si se va a usar el IGTE como un “paño caliente” ante la crisis “para abocarnos, en un futuro, a otra peor por ser incapaces de tomar otro rumbo”.
“¿Quién asumirá entonces la responsabilidad de haber malgastado 1.600 millones que no han salido de otro sitio que del bolsillo de la población canaria?”, se plantea Ben Magec que se cuestiona si se emprenderá verdaderamente una travesía hacia un nuevo modelo a través de un viaje de esperanza y oportunidades o se dedicarán a repartir expectativas de cambio “a una sociedad duramente castigada para acabar haciendo lo mismo de siempre”, concluyen.