CEAR cifra en 1.100 los senegaleses muertos en 2006 por la inmigración

Los 1.100 muertos son “los que se saben” oficialmente, pero existe la certeza de que otro significativo número de ciudadanos de Senegal que intentó durante 2006 viajar clandestinamente al Archipiélago perdió la vida en el camino, según explicó este lunes la vicepresidenta de la organización, María Jesús Arsuaga. La responsable de la Fundación CEAR hizo estas declaraciones al presentar en Las Palmas de Gran Canaria a la líder de la Asociación de Madres y Viudas de víctimas de los cayucos senegalesa, Yaye Bayam, a su paso por las Islas en el marco de un viaje por España iniciado a finales de enero.

Con sus palabras, Arsuaga no hizo más que confirmar las afirmaciones de Yaye Bayam, que aseguró que en Senegal “es imposible dar el número de muertos” en el intento de emigrar hacia España debido a que “muchos vienen de pueblos del interior de los que no llegan noticias y ni siquiera están censados”. La popularmente conocida como “Madre Cayuco” hizo estas declaraciones desde la experiencia de una mujer que, tras haber perdido en marzo del año pasado a su propio hijo único, fallecido al tratar de viajar ilegalmente a Canarias, decidió promover una organización que ofreciera expectativas de futuro a las mujeres que quedan sin medios de subsistencia al morir sus maridos o hijos.

Mujeres que, en una sociedad patriarcal, no sólo se quedan sin un hombre que aporte ingresos a su hogar cuando sus esposos o hijos fallecen en el intento de emigrar sino que, además, pierden en la aventura todas sus pertenencias, que venden para costear el viaje con la expectativa de que ésa será la forma de conseguir una vida mejor en el futuro. Por eso, generar microcréditos y actividades productivas que permitan obtener ingresos a las mujeres que se han quedado sin nadie que lleve alimentos a sus familias, formadas generalmente por un marido viejo o enfermo, al menos cuatro esposas y una media de nueve niños por mujer, fue la meta inicial de su asociación.

Sus objetivos, no obstante, ya se han ampliado y, tras comprobar en su actual viaje cómo los senegaleses que llegan a España no encuentran a menudo el paraíso que esperaban, Yaye Bayam ya prepara una nueva iniciativa para cuando vuelva a su país: una campaña de concienciación para disuadir a los hombres de emigrar ilegalmente arriesgando su vida. María Jesús Arsuaga matizó, en cualquier caso, que esos intentos para frenar la que en Europa es inmigración ilegal no serán efectivos en la medida en que no se eliminen factores económicos como el proteccionismo de los productos agrícolas occidentales que impide que los de países como Senegal puedan comercializarse internacionalmente y crear riqueza en origen.

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