La confesión de la mujer de Del Valle no influirá en el proceso judicial
HUELVA, 1 (EUROPA PRESS)
La confesión que realizó el pasado viernes Isabel García, mujer de Santiago del Valle, en un programa de televisión, donde aseguró que su marido era el culpable de la muerte de Mari Luz Cortés, “no influirá para nada” en el proceso judicial por la muerte de la menor onubense.
Fuentes del caso han explicado a Europa Press que esta situación “no influirá” en el proceso judicial, a lo que han añadido que ya se investigará el posible delito de falso testimonio que ha podido cometer Isabel García, tal y como ha pedido la Fiscalía, al negar estos mismos hechos --que confesó en televisión-- el pasado 16 de febrero cuando declaró en calidad de testigo en los juzgados onubenses. Del mismo modo, estas fuentes han señalado que la sentencia podría conocerse en el plazo de un mes.
Por otro lado, otras fuentes, consultadas por Europa Press, han asegurado que Isabel García será trasladada a la cárcel de Huelva desde la prisión de Soto del Real, donde ingresó el pasado sábado tras ser imputada por la titular del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, por presuntos delitos de omisión del deber de impedir un delito y por falso testimonio, aunque aún se desconoce en qué momento se producirá su traslado.
La juez, a su vez, también ha incoado diligencias de investigación, también a petición del Ministerio Fiscal, para desentrañar la actuación de los responsables de la emisora de televisión Tele5 y del Programa de Ana Rosa Quintana por el modo y forma en que Isabel García fue conducida de Sevilla a Madrid y con posterioridad a dependencias policiales, habiéndose declarado el secreto de estas últimas actuaciones.
Isabel García pasó este sábado a disposición judicial tras pasar la noche en el complejo policial de Canillas después de confesar en televisión que fue su marido quien asesinó a la niña Mari Luz Cortés, aunque señaló que se trató de “un trágico accidente”, ya que tras caerse la niña rodando al intentar meterla en su piso, la arrojó a la ría de Huelva por recomendación de su hermana, Rosa del Valle.