La educación, una forma de combatir la exclusión social
El PSC-PSOE, a través de su diputada Maribel Monzón, pide a la consejera de Educación del Gobierno de Canarias que realice “el máximo esfuerzo” para lograr que la educación para adultos “sea de verdad una forma de combatir la exclusión social, aumentar la competitividad económica y la cohesión social”. Según recuerda, la ley establece que el Ejecutivo regional garantizará que la red pública tenga unas condiciones adecuadas en cuanto a infraestructura, profesorado, equipamientos y servicios, “pero no se está cumpliendo, como sucede con los servicios de orientación, que en islas como Gran Canaria no tienen asignados centros de adultos”.
La diputada espera que, “por el bien de la educación y del empleo, se reconduzca la situación y los alumnos puedan, en el próximo periodo de matrícula, acceder a todas las enseñanzas no formales”. En este punto, señala que una parte importantísima de la educación de adultos está en estas enseñanzas, “porque supone para el alumno la preparación necesaria para acceder a un puesto de trabajo, promocionarse o incorporarse a la educación reglada y, por tanto, obtener un título”.
Explica en un comunicado que entre estas enseñanzas no formales están los cursos básicos de idiomas, de informática, la formación sociocultural, la preparación para las pruebas de acceso a la universidad y la formación orientada al empleo. “En una época de crisis económica como la que vivimos es totalmente incongruente que se reduzca tanto la oferta como las plazas educativas”, afirma Monzón, quien recuerda que dos días antes de finalizar el pasado curso escolar y cuando las matriculas ya estaban prácticamente cerradas, el director general de Formación Profesional y Educación de Adultos “envió a los centros una circular en la que se informaba de la supresión de la oferta!.
Según expone, se trataba de determinadas enseñanzas no formales que, por la reducción de profesorado, afecta también a la enseñanza básica, como es la formación orientada al empleo, inglés a distancia, idiomas en niveles iniciales, incluido el español para extranjeros, la preparación para el acceso a la universidad, la informática básica, la formación sociocultural y el aula mentor. “Se trata de enseñanzas de la máxima importancia para mejorar la empleabilidad, la adaptación a la sociedad de la información y del conocimiento, la participación en los bienes culturales y el aprendizaje permanente”, indica.
Maribel Monzón hace hincapié en que, en lo que respecta a la formación orientada al empleo, la Consejería de Educación “tiene la obligación de promover programas de formación laboral que favorezcan la orientación, la inserción y la promoción profesional”. Y añade que “esto se ha suprimido este curso, con la excusa de la difícil situación económica, con lo cual no están cumpliendo la ley en la parte que le corresponde a la Administración”, afirma. Por otro lado, advierte que si el alumnado no puede acceder a estas enseñanzas en la educación pública porque se han suprimido, “la opción que le queda son las academias privadas”.
En Gran Canaria
Respecto a la situación en Gran Canaria, expone que existen actualmente 17 centros de educación permanente de adultos, de los que cuatro se ubican en Las Palmas de Gran Canaria, siete en la zona sur de la Isla, tres en el centro y tres en la zona norte, además del establecimiento penitenciario. Todos ellos tienen una media de 800 a 1.000 alumnos matriculados en las diferentes enseñanzas tanto formales como no formales, “que contribuyen enormemente al desarrollo social, cultural y económico de la Isla”.
La diputada lamenta que, sin embargo, esta cantidad de alumnos y el prestigio social que tiene esta enseñanza “no se han visto recompensados, en ningún momento, por la Consejería de Educación durante los años en que no hubo crisis, ya que por ejemplo, las infraestructuras de muchos de estos centros son obsoletas, se han quedado pequeñas y tienen las unidades adheridas de personas adultas diseminadas por el municipio por falta de espacio, encontrándose, en casos, aulas con más de 50 alumnos en determinadas enseñanzas”.
Por último, la representante socialista denuncia que, en cuanto a la plantilla de profesorado, ha sido “inversamente proporcional al número de alumnos, mientras que en los últimos años se ha ido reduciendo progresivamente hasta llegar al límite de sus posibilidades”. Por todo ello, reitera que el Gobierno canario ha de hacer “todo cuanto esté en su mano para lograr dotar de la dignidad que merece el sistema de educación para adultos en el Archipiélago”.