La erupción de un nuevo volcán cierra el espacio aéreo islandés

La erupción del volcán Grímsvöth en Islandia ha obligado a cerrar hoy el principal aeropuerto del país, debido a que la nube de cenizas está afectando al espacio aéreo. Los países europeos se muestran preocupados, después del caos generado hace un año por la erupción del Eyjaffjalla. Reino Unido ya ha advertido de que varios vuelos con origen o destino a las Islas Británicas pueden verse afectados a partir de mañana, algo que se ha repetido en Irlanda.

Pese a que los expertos creen que es difícil que se produzca un fenómeno como el que obligó, en mayo de 2010, a cerrar el espacio aéreo europeo durante seis días, la principal aerolínea islandesa, Icelandair, ha explicado que sus operaciones se mantendrán canceladas este lunes, lo que afectará a unos 6.000 usuarios desde el domingo. La Autoridad de Aviación Civil (CAA) británica ha reconocido que “en estos momentos parece” que habrá problemas en los vuelos y ha pasado la decisión de volar o no a las aerolíneas. Según la Oficina de Meteorología, la nube podría cubrir Escocia a primera hora del martes.

La Autoridad de Aviación Irlandesa (IAA) también ha advertido hoy que podría haber problemas en los vuelos desde y hacia Irlanda a lo largo de esta semana como consecuencia de las cenizas del volcán islandés. “No creemos que haya ningún tipo de trastorno en las próximas 48 horas”, ha señalado la IAA, que ha reconocido que “podría haber algún trastorno hacia el final de la semana”.

Eurocontrol, la organización que vigila el tráfico aéreo en Europa, ha anunciado en su página web que la nube puede extenderse hacia el sur. “Se espera que la nube de ceniza alcance el norte de Escocia el jueves 24 de mayo. Si las emisiones volcánicas continúan con la misma intensidad, la nube podría llegar hasta la parte oeste de Francia y el norte de España el jueves 26 de mayo”.

El volcán Grímsvöth, situado bajo el mayor glaciar de Europa, el Vatnajokull, es el más activo de Islandia y entró en erupción por última vez en 2004. En esta ocasión, está dejando una columna de humo que ha llegado a alcanzar los 25 kilómetros de altura durante las primeras horas y que ya comienza a reducirse, según la agencia metereológica irlandesa. “Se ha mantenido estable toda la noche por debajo de los diez kilómetros”, explicó el meteorólogo de la oficina Teitur Arason, que indicó que el viento está extendiendo las cenizas en todas direcciones

En abril del año pasado, la ceniza de otro volcán islandés, situado en el glaciar Eyjafjallajokull, provocó el cierre del espacio aéreo europeo durante seis días, dejando a unos 10 millones de pasajeros durante días en los aeropuertos en todo el mundo y generó pérdidas millonarias a aerolíneas y aeropuertos europeos.

A partir de entonces, Eurocontrol puso en marcha una unidad de crisis tras las críticas de que la descoordinación había empeorado el cierre del espacio aéreo el pasado año, indicó que no se espera que se cierre ningún espacio aéreo en Europa el lunes o el martes a parte de Islandia.

El problema es, sobre todo, el viento. “Los vientos de altura, por encima de los 7.600 metros, tienen dirección sureste, por lo que las cenizas van al norte y después al este”, ha comentado Arason, “pero en las zonas bajas, los vientos van al norte y después se dirigen al sur”.

Varios expertos aseguran que el impacto sobre el espacio aéreo europeo será menor que el año pasado debido a que los vientos son más favorables, el contenido de la columna de humo es más pesado y por lo tanto tiene menos probabilidades de que se disperse, y las autoridades han elevado el nivel de cenizas permitido para realizar vuelos.

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