¿Hidroaviones o helicópteros?: el incendio de Tenerife retoma el eterno debate

Gara Santana

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El incendio forestal de Tenerife que se inició en la noche del pasado martes en Arafo, Tenerife, y que ha afectado ya 2.700 hectáreas, ha vuelto a abrir un debate recurrente en Canarias cada verano: ¿son los hidroaviones la mejor alternativa para sofocar un incendio forestal en las islas? El debate no es sólo político o comunicativo, sino que preocupa a la población que ve cómo se queman sus islas. Prueba de ello es que la consulta que más se ha introducido en google este jueves en el archipiélago ha sido: ¿Cuántos hidroaviones hay en Canarias?

Las imágenes que está dejando el incendio de Arafo reactivan estas dudas y la voluntad de búsqueda de soluciones rápidas y efectivas a unos incendios que cada vez atacan con más voracidad, con un comportamiento agravado por el cambio climático, un territorio finito y sensible.

Canarias no cuenta con hidroaviones en sus bases, cuando se requiere de su intervención para combatir un incendio, cargan agua salada en las costas de las islas, descargan sobre el terreno en llamas, realizan su trabajo y se marchan. No es el caso de los helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento de Canarias (GES), que están de forma permanente en el Archipiélago con seis helicópteros para extinción de incendios, dos por cada una de las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma, más los de uso polivalente.

El hidroavión o los aviones anfibios son medios idóneos para controlar fuegos en terrenos llanos y en crestas, donde pueden bajar y remontar el vuelo sin tener montañas o laderas cerca. Una de las principales características de la orografía de Canarias es, precisamente, su relieve, algo a lo que apuntan los expertos a la hora de cuestionar la viabilidad de establecer una base de hidroaviones en las Islas, una iniciativa lanzada y apoyada por el Gobierno canario desde el último incendio en Gran Canaria, en 2019, y que contó con una recogida de firmas.

Para el director de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, es positivo tener hidroaviones en la región, “porque salvan mucho, es un medio que llega relativamente rápido y los miembros del 43 Grupo son grandes profesionales”. No obstante, no es la mejor opción para este archipiélago.

Invertir en prevención en el sector primario, mejor que una base de hidroaviones en Canarias, según los expertos

El incendio en la cumbre de Gran Canaria de 2019 reabrió en su día el debate, con cerca de 200.000 firmas en Change.org a favor de la petición y una pregunta registrada en el Senado que demanda conocer por qué no existe ya un destacamento aéreo. Los helicópteros son más baratos, más adaptables a la orografía isleña y tienen más cadencia de descarga que los hidroaviones, pero para luchar contra los incendios lo ideal no es tener más medios aéreos, sino invertir en prevención. Las descargas de agua salada desde los hidroaviones dañan a la tierra, aunque no es irreversible. Si se le añaden productos químicos, como retardantes o espumójenos, puede impedir que germinen semillas en la tierra, según un estudio del CSIC de 2012.

El ingeniero forestal Ferrán Dalmau explicó a este periódico que aunque se instalara una base de hidroaviones en cada Isla “seguirían produciéndose los mismos incendios”, porque el problema principal radica en la gestión del paisaje.

El director de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Manuel Amador, opina que “todo el dinero que se invirtiera en un destacamento se debería destinar a moldear el paisaje o sustituir vegetación muy tendente a quemarse por otra que fuera más adaptable a las condiciones del fuego”.