'Ike' gana intensidad a su paso por el Golfo de México y se dirige a Texas
El huracán Ike ganó este miércoles intensidad a su paso por el sudeste del Golfo de México al alcanzar sus vientos máximos sostenidos los 150 kilómetros por hora, en su camino hacia el estado de Texas, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU.
El Ike, que barrió Cuba de este a oeste, “podría convertirse en huracán mayor mañana, jueves”, a su paso por las aguas cálidas del Golfo de México, según indicó el CNH en el boletín de las 15.00 GMT.
El Ike comenzó el martes a fortalecerse en aguas del Golfo de México después de abandonar la costa de Cuba y antes de llegar a las de Texas, aunque todavía es un ciclón de categoría uno en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
Un ciclón de categoría uno pasa al nivel dos cuando sus vientos máximos sostenidos alcanzan los 154 kilómetros por hora.
Se espera que aumente su fuerza hasta llegar a ser un ciclón de gran intensidad (posiblemente de categoría 3) en aguas centrales del Golfo de México.
El huracán ha dejado más de medio centenar de muertos en Cuba y Haití
Durante casi 48 horas, el Ike atravesó Cuba con lluvias torrenciales y vientos huracanados que han causado al menos cuatro muertos y daños económicos muy elevados, mientras que antes, en Haití, ocasionó 66 muertos y pérdidas en viviendas, cultivos, infraestructuras e industrias.
A las 15.00 GMT, el centro del huracán estaba localizado cerca de la latitud 23,9 grados norte y de la longitud 85,3 grados oeste, unos 365 kilómetros al oeste-suroeste de los cayos de Florida y a 690 kilómetros de la desembocadura del río Misisipi.
Se mueve lentamente en dirección oeste-noroeste a 13 kilómetros por hora y se prevé que experimente este miércoles por la tarde un giro oeste-noroeste y continúe su trayectoria por el centro del Golfo de México en los próximos dos días.
En la actual temporada de huracanes en el Atlántico (del 1 de junio al 30 de noviembre) se han formado diez tormentas tropicales y cinco huracanes.
Los meteorólogos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera estadounidense vaticinaron que esta temporada iba a ser muy activa, con la posible formación de catorce a dieciocho tormentas tropicales, de las que entre siete y diez podrían llegar a convertirse en huracanes.