El personal del Servicio de Cirugía Cardiaca del HUC se siente agredido
El vicepresidente segundo del Cabildo de Tenerife, Antonio Alarcó, aseguró este viernes que “cada uno” de los 37 miembros del Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario de Canarias (HUC) se sienten “brutalmente agredidos y cuestionados” por las “dudas” creadas en torno a su profesionalidad.
Así lo manifestó Alarcó durante una moción presentada por el grupo Popular en defensa del HUC, y que fue aprobada en el pleno de la corporación insular con la abstención del PSC, cuyo consejero, Santiago Pérez, consideró que “nadie” ha cuestionado la calidad del centro, sino que hay una auditoría que desvela la alta mortalidad registrada en dicho servicio en una época determinada.
En la moción el Cabildo insta al Ministerio de Sanidad a realizar las modificaciones legales oportunas para que todos los centros sanitarios de tercer nivel publiquen anualmente los datos oficiales de sus servicios hospitalarios, y de esta forma se puedan hacer estudios comparativos que permitan mejorar la atención.
También se expresa el apoyo de la institución al personal del HUC, así como al de los centros sanitarios de la isla, y se destaca su profesionalidad “y su quehacer diario” en beneficio de la sociedad.
Antonio Alarcó señaló que ha habido un debate “intenso” sobre la actuación del HUC que en algunos casos “ha rozado la línea de lo inadmisible en política y de lo permisible por parte de la sociedad de Tenerife”.
Aseguró que es inadmisible porque se hablaba de la existencia de auditorías, lo que en su opinión es “altamente inexacto”, ya que “realmente eran informes internos” y que relatan datos “parecidos” a los de otros hospitales.
Opinó Alarcó que en este informe se ha obviado una cuestión “básica”, que es el grado de satisfacción de los usuarios respecto al resultado y la atención, y que en 2007 fue de “sobresaliente” para el 66% de los pacientes.
“Queremos que lo ocurrido no vuelva a pasar y que nunca se vuelva a poner en duda la capacidad y la competencia de los excelentes profesionales de la sanidad”, aseguró.
Al respecto, el presidente del grupo Socialista, Santiago Pérez, afirmó que “intelectualmente” no es comparable una auditoría con una encuesta de satisfacción y aseveró que nadie cuestiona el prestigio ni la profesionalidad del centro, pero hay un límite, que es el de la colisión con los derechos del paciente.
Citó datos de la auditoría difundida sobre el servicio de Cirugía Cardíaca según los cuales se llegó a alcanzar en 2005 una mortalidad del 58% en las intervenciones con dos válvulas, cifra que se redujo al 22% al año siguiente, pero que en el resto del Estado es del 8%.
La falta organizativa llegó a tales extremos que algunos cirujanos no conocían a los pacientes antes de la intervención, aseguró Santiago Pérez, quien apeló que estos datos deben ser conocidos para que se corrijan las posibles negligencias, que en algunos casos “deben ser examinadas por los tribunales de justicia”.
Cristina Valido, del grupo de Coalición Canaria y consejera de Servicios Sociales de la corporación, afirmó que este tipo de asuntos deben quedar fuera del debate político y llamó al consenso entre todas las fuerzas, a la prudencia y a despejar las dudas creadas en torno a los servicios del hospital.
“Es muy peligroso que estos temas entren en el argumentario político”, dijo Valido, quien cuestionó que parece que “todos” han hablado con el cirujano que denunció la alta mortalidad en el servicio y no con los profesionales cuestionados, por lo que se preguntó si se trata “de una guerra política”.
Antonio Alarcó señaló también que no se ha detectado “nada punible” en el servicio, subrayó que algunas patologías llevan inherente una alta mortalidad y destacó los resultados “excepcionales” del citado centro hospitalario.