Una dulce demolición
Aunque la lluvia obligó a cambiar el guión previsto para la ocasión, varias decenas de personas acudieron el sábado, día 12 de diciembre, al acto de demolición simbólica convocado por la Plataforma por el derribo del mamotreto y contra la corrupción.
Alrededor de las 12:00 horas comenzó esta singular jornada de protesta concebida en clave festiva ya que, según sus organizadores “todos somos conscientes que más temprano que tarde se conseguirá nuestro objetivo, que es que desaparezca por completo esta construcción ilegal ubicada a la entrada de la playa de Las Teresitas”.
Las inclemencias meteorológicas impidieron la actuación musical de Kakofonías Kakofón, que tenía previsto abrir el acto con la interpretación de algunos temas de su último disco, “aunque el resto de actividades previstas se desarrollaron sin ningún problema”, precisaron los portavoces del colectivo.
A continuación, tuvo lugar una intervención de Lola Schneider, en representación de la plataforma, en la que instó al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife a acatar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que ordena su derribo y apeló a que no se busquen “triquiñuelas” para “salvar” una parte del edificio.
Finalmente, los asistentes que colgaron en las paredes del mamotreto diversas pancartas a favor de su derribo y contra la corrupción urbanística, presenciaron una performance a cargo de la compañía Teatroborroka en la que se practicó la ansiada “voladura”, de una tarta con la forma de la controvertida construcción, mientras sonaron los acordes del emblemático tema Que lindo es Santa Cruz.
Además, a su término se colocó una placa al político corrupto con la siguiente leyenda: “En homenaje a la gran labor de lucro de los políticos y en reconocimiento a su habilidad para llenarse los bolsillos y dejar que sus compinches se lo llenen también con dinero del contribuyente. He ahí el mérito”.
De este modo, Ramón Afonso, otro de los miembros de la plataforma antimamotreto, sentenció que el objetivo de esta distinción, dirigia a concejales, presidentes, vicepresidentes, alcaldes, consejeros, viceconsejeros, directores adjuntos y todo tipo de cargos elegidos a dedos, es que “cuando este espacio esté completamente liberado para la ciudadanía, la gente no se olvide de quienes fueron los culpables de tanto latrocinio en esta tierra”.