Fiesta y negocio en Santa Cruz

Este Domingo de Piñata decimos adiós al Carnaval de la Fantasía. En los próximos días tendremos tiempo de afinar los datos que nos deja esta edición de la fiesta, pero a la espera de ese balance definitivo, sí podemos, al menos, realizar algunas reflexiones.

El Carnaval, efectivamente, impacta con fuerza cada año en la vida de la ciudad. A todos los niveles. En primer lugar, se trata de una celebración que condensa, concentra y exalta la alegría de todo un pueblo, en un ejercicio de imaginación, color y desenfado inimitable. Un sentimiento muy nuestro.

Pero también supone una oportunidad para los sectores económicos de Santa Cruz. La hostelería, el comercio, el turismo, la actividad textil o aquellas relacionadas con la industria del entretenimiento -especialmente las musicales- se ven impulsadas durante esas fechas a cotas difícilmente superables en otras épocas.

En esa dirección, el Carnaval es un momento espléndido para el ocio y una puerta abierta a los negocios de Santa Cruz. A la efervescencia de la ciudad durante las fiestas está contribuyendo mucho en los últimos años el incremento en la llegada de visitantes. No en vano, se trata de la única celebración que ostenta en Canarias la condición de Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Me refiero a los turistas alojados, en las diferentes modalidades, pero también a los cruceristas y a los excursionistas, entendiendo por estos últimos aquellos turistas alojados en el norte o el sur de la isla que nos visitan algún día.

Cada vez hay más turistas en Santa Cruz y cada vez hay más turistas que quieren disfrutar de un Carnaval auténtico, que ofrece posibilidades para todo tipo de perfil y de gustos. La comercialización turística de los principales eventos de la fiesta y el creciente gancho de concursos como el Ritmo y Armonía certifica el interés que despierta a nivel nacional e internacional. O la presencia cada vez más numerosa de turistas llamados por la singularidad del Entierro de la Sardina.

Hablamos de una cifra de visitantes que se acercaría a las 150.000 personas.

Un interés que también ha quedado demostrado en las cifras de audiencia televisiva de la Gala de Elección de la Reina, por parte de Televisión Española y Televisión Canaria. Al menos 4,5 millones de personas vieron en algún momento el espectáculo, que consiguió además una audiencia media muy superior a la registrada el pasado año.

Todos estos números quieren decir que el Carnaval goza de muy buena salud y que el esfuerzo que realiza el Ayuntamiento en su organización y en la activación extraordinaria de servicios públicos esenciales merece la pena. Y aunque es inevitable que se produzcan molestias a los vecinos del centro de la ciudad ante la concentración tan importante de público -vecinos a los que siempre pedimos disculpas- creo que los beneficios que reporta la fiesta merecen algunos sacrificios.

Porque, indudablemente, si el Carnaval activa la economía de la ciudad, también lo estará haciendo sobre el empleo y el bolsillo de cada uno de sus ciudadanos.

*Alcalde de Santa Cruz de Tenerife