Dos años de campaña dos

Estamos empezando a sospechar que habrá cristianos y cristianas cansados ya de los asuntos que se dan en el seno y en el coseno de la UD Las Palmas, incursa, como todo el mundo sabe a estas alturas, en una pérfida campaña de desprestigio, insultos, mentiras y amenazas por parte de la prensa escrita, hablada y gesticulada que se mueve por la Gran Canaria toda. Angulo insiste, y cuanto más insiste más nos ponemos a analizar los datos de que puede estar disponiendo para llegar a tan brillantes conclusiones. Este miércoles hemos confirmado uno nuevo, hasta ahora inédito: que la tal campaña empezó el 20 de septiembre de 2000, es decir, hace exactamente dos años, cuando Manolo Torres entró en Varadero dando gritos porque se había mancillado su honor. No le dejaban entrar en el club porque debía cinco mensualidades y el pago de un atraque. Así que, para mejor proveer, amagó con pagar y arrambló por los recibos, con lo que no quedaba cuerpo del delito, según los denunciantes. Ahora, 24 meses después, se va a ver el juicio en un juzgado de lo penal de Las Palmas, lo que automáticamente convertirá a la Administración de Justicia en cómplice de esa fabulosa campaña. Lo peor de todo es que no es la primera vez que por su carácter y sus maneras Torres se ha tenido que sentar en un banquillo. Conocemos al menos una más, por lo que ya nos hemos curado de espanto de su forma de proceder en la UD Las Palmas: hasta suave está siendo para la fama que le precede.