Mientras Pepa Luzardo espera la llegada del armamento pesado con el que tratar de contentar las ansias de seguridad de la parroquia, en el tejido funcionarial del Archipiélago continúan las movilizaciones del personal laboral de la Comunidad Autónoma. Si no fructifican las negociaciones habrá nuevas jornadas de huelga, y ya se sabe que en ese tipo de acciones casi nadie gana. Pero, a lo que íbamos: mientras Pepa vela armas, los funcionarios velan trompetas de muchos decibelios de rango. Les ofrecemos en primicia mundial una de esas armas reivindicativas que hemos podido fotografiar en los cuarteles secretos del SEPCA, uno de los sindicatos más tocanarices -y toca trompetas- de la nacionalidad.