Seguimos con la UD Las Palmas, ahora a vueltas con el traslado al Estadio de Gran Canaria. A nadie se le escapa que las nuevas instalaciones son mucho más grandes que las empleadas hasta ahora para los partidos de los amarillos como locales. Evidentemente, eso conlleva unas necesidades mayores. Si hay más puertas, hay más tornos; si el estadio es mucho más grande y desconocido, los espectadores necesitan más ayuda para localizar sus asientos; y así. Todo redundaría en un mayor gasto en intendencia, pero dinero ya sabemos que no hay. La idea de los mandatarios es la de crear un voluntariado amarillo que cubra esas lagunas que van a producirse. Como en la Olimpiada de Barcelona, pero sin olimpiada. Les deseamos suerte, poco más se puede hacer. Y ya que estamos, suerte también para que el equipo filial no se vea solo en su primer partido de liga frente al Orientación Marítima. Los abonados tendrán que pagar 3 euros y los no abonados 5.