La actuación llevada a cabo este martes por la Policía no debe relacionarse con la amplia remesa de expedientes administrativos remitidos a los juzgados por el Ayuntamiento de Telde, si bien en el epicentro de lo uno y de lo otro hay que colocar nuevamente a ese portento del interés general que es Guillermo Reyes. El que fuera concejal de Urbanismo bajo la alcaldía de Paco Valido, vuelve a ser la papa de todos los potajes, ora por mirar para otro lado, ora por acordar licencias o cédulas de habitabilidad imposibles, o, en el mejor de los casos, por permitir una obra con una figura imposible en el urbanismo: la licencia por silencio administrativo.La detención del que fuera su asesor legal en Urbanismo, el abogado Miguel Martín Zurita, confirma que Reyes tenía una guardia pretoriana verdaderamente infalible. Todos caen a su alrededor, pero él continúa indemne.