Salvador Alba grabó a otros jueces mientras discutían sobre el mayor caso de corrupción de Canarias

El juez Salvador Alba, en el juicio del caso Calero. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El juez Salvador Alba ha aportado en sede judicial una grabación que recoge una charla de los magistrados que conforman la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas sobre varios procesos en curso, entre ellos el denominado caso Unión, la mayor trama de corrupción del Archipiélago. El audio, de 24 minutos de duración, incluye la conversación de Alba con el también magistrado Carlos Vielba en el despacho de este, en la que ambos departen sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo extrajudicial con el empresario Miguel Ángel Ramírez para poner fin a las acusaciones cruzadas que se han lanzado desde que se divulgara el contenido de una grabación en la que se les escucha conspirar contra Victoria Rosell, magistrada en excedencia y diputada de Podemos en el momento de los hechos.

La reunión de los cuatro magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas –Salvador Alba, Emilio Moya, Carlos Vielba y José Luis Goizueta– se desarrolla el pasado 23 de septiembre en el office de este tribunal, situado en la quinta planta de la torre tres de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria. Es Alba quien graba.

La conversación entre los jueces gira sobre varios procedimientos judiciales hasta que se detiene en el nombre de Luis Lleó, abogado, empresario y el principal encartado en el caso Unión, una trama en la que llegaron a estar imputadas más de 130 personas en la isla de Lanzarote. En el año 2008, Lleó intentó sobornar a Carlos Espino, denunciante del caso y entonces consejero de Política Territorial del Cabildo de Lanzarote, para desbloquear una promoción de mil viviendas en la zona turística de Playa Blanca que incumplía el planeamiento insular.

Salvador Alba ha sido designado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) para presidir el tribunal de jurado que juzgará a Lleó, a quien la Fiscalía le pide una pena de seis años de cárcel y una multa de un millón de euros. En la conversación entre los cuatro magistrados de la Audiencia Provincial de Las Palmas es Alba quien lleva la voz cantante e insinúa que el procesado está intentando llegar a un acuerdo con el Ministerio Público para conformarse con pagar la multa y evitar el ingreso en prisión.

Debido a la imposibilidad de reconocer plenamente la identidad de dos de las voces que intervienen en el diálogo, nos referiremos a ellos como Magistrado 1 y Magistrado 2:

Magistrado 1: ¿Y Lleó? A mí que arreglen lo de Lleó me parece increíble. Lleó, con todo lo que ha recurrido, con todas las cuestiones previas...

Magistrado 2: Tenemos un contencioso tú y yo con Lleó.

Salvador Alba: Vamos a ver, el tema de Lleó...

Magistrado 1: Está pillado por todos lados.

Salvador Alba: Espérate, espérate, espérate, espérate, espérate. Hay cuestiones previas ahí... ¡Cuidado!

Magistrado 1: La Audiencia ha resuelto todo.

Salvador Alba: El problema de Lleó es el siguiente. Que es un jurado. Y un jurado le va a condenar seguro.

Magistrado 1: ¿A un corrupto denunciado por ética? Le van a dar hostias por todos lados.

Salvador Alba: Y por lo visto ha cumplido seis meses en preventiva. Así que...

Magistrado 1: Ya, ya, ya, ya...

Salvador Alba: Osea, lo que ofrece es pagar la multa, básicamente. La oferta que le ha hecho es pagar la multa y ya está. La prisión ya está cumplida. Seis meses y no entra en prisión.

Magistrado 1: Pero está implicado en más cosas, ¿eh? Tiene más causas por ahí.

Magistrado 2: Creo que no. 

Magistrado 1: ¿En Unión no hay ninguna pieza más?

Magistrado 2: : Me parece a mí que no.

Magistrado 1: : En Unión puede estar medio Lanzarote.

Salvador Alba: Entonces, son esas dos cosas las que tienes que guardar.

Magistrado 1: Claro, sí, sí.

Salvador Alba: Que es un tribunal popular y te están dando una salida y que la salida que te ofrecen es cero patatero. Osea, no entras en prisión. Y, claro, si entra en juicio pues se la juega. De todas maneras, esas cuestiones previas van a durar...

Magistrado 1: En Unión tu verás que va a haber gente que se va a conformar, ¿eh?

Salvador Alba: Ya hay conformados...

Magistrado 1: Ya hay uno, ya hay uno.

Salvador Alba: Hay más, hay más.

Magistrado 2: Aunque viendo cómo respira el Supremo, igual no se conformaría... (inaudible)  Y cuando habla del caso Minutas (causa por la que fue condenado el abogado y expresidente del Sevilla José María del Nido) dice que para este caso no se va a aplicar.

En ese momento, la conversación entre los magistrados se desvía hacia los honorarios de determinados abogados. “Cobra en pisos y en coches”, llega a decir uno de ellos en el diálogo que recoge la grabación.

Alba aportó los nuevos audios, con copia a las partes, tras prestar declaración este miércoles ante Rafael Passaro, titular del Juzgado de Instrucción 2 de Las Palmas de Gran Canaria, en el marco de la causa que se instruye a raíz de su denuncia contra Miguel Ángel Ramírez, a quien acusaba inicialmente de los delitos de descubrimiento de secreto, falsedad, calumnias, injurias y coacciones.

En su comparecencia de esta semana, el magistrado ha reducido su acusación a un único delito de fraude procesal. Alba no ha aportado las pruebas (mensajes de whatsapp, correos electrónicos y registro de llamadas) que demostrarían que fue presionado para archivar la causa contra el empresario por delitos contra la Hacienda Pública.

El audio incorpora en su parte final un diálogo entre Salvador Alba y Carlos Vielba en el despacho de este último. Se trata del único fragmento que puede guardar algún tipo de relación con la causa en la que el juez intenta presentar la grabación como prueba, en su denuncia contra el empresario Miguel Ángel Ramírez.

Vielba se había reunido unos días antes con Ramírez para intentar mediar en el conflicto entre el empresario y su compañero y le había propuesto un acuerdo extrajudicial para enterrar las hostilidades. En la grabación aportada a Rafael Passaro se escucha cómo Alba se interesa por las condiciones de este acuerdo y su colega le plantea un encuentro en la casa de Ramírez “en bañador” para que no se puedan registrar las conversaciones. En ese momento la Guardia Civil aún no había emitido el informe pericial en el que se descubriría la grabación completa que se escondía en la papelera del dispositivo usado por Ramírez.

Salvador Alba: Si yo quisiera ver a este (Miguel Ángel Ramírez), ¿te explicó cómo sería o no?

Carlos Vielba: Sí. Nosotros tres, si queremos en una piscina.

Salvador Alba: En una piscina, ¿dónde?

Carlos Vielba: En su casa del sur.

Salvador Alba: En su casa del sur.

Carlos Vielba: Me jura y asegura que no va a hacer nada.

Salvador Alba: Es que que me jure y me asegure que no va a hacer nada...

Carlos Vielba: No, pero estando yo presente, ¿qué puede hacer? Vale, sí, graba, estamos los tres.

Salvador Alba: Bueno, sí, ya. Desde luego yo ya evidentemente me cortaría un pelo.

Carlos Vielba: Dice él: “¿Me llama como testigo el TSJC, por ejemplo? Pues tengo que ir a Miami”. Claro, porque esto en seis meses se acaba. Este tiene contactos en todos lados. De repente la pericial pues no aparece o se retrasa. Eso decídelo tú solo, no se lo digas ni a Tere (la mujer de Alba) siquiera. Lo decides tú solo para que no te caliente nadie la cabeza.

Salvador Alba: ¿No te dijo nada de lo que pide, no? No te dio la clave. La clave, ¿qué es la clave?

Carlos Vielba: No, la clave es poner trabas a todo. Él la pericial la puede parar, seguro que la puede parar.

Salvador Alba: ¿Qué pericial?

Carlos Vielba: La de la Guardia Civil.

Salvador Alba: Esa yo quiero que salga, tío.

Carlos Vielba: ¿Para qué?

Salvador Alba: ¿Cómo que para qué? Para que se vea que eso está cortado.

Carlos Vielba: Cortado ya está.

Salvador Alba: No hay original. Que lo diga la Guardia Civil. Él ya lo ha dicho.

Carlos Vielba: Yo se lo dije a él. ¿Tú tienes el original? “El original yo lo hice trizas”.

Salvador Alba: Pero una cosa es que lo diga él...

Carlos Vielba: (inaudible)... y otra cosa es que quiera hacer sangre. Porque él lógicamente el dispositivo no tenía por qué borrarlo. Porque una vez que lo borra, dice: pues ya...

Salvador Alba: Evidentemente. Además, borrarlo... Borrarlo con garantías de que no lo va a sacar alguien. Porque tú sabes que si yo voy a borrar algo, eso, y mañana voy...

Carlos Vielba: No es que esté borrado, es que el dispositivo se lo cargó.

Salvador Alba: Eso es otra cosa.

Carlos Vielba: Es imposible sacar nada porque lo pisoteó.

Salvador Alba: Eso es otra cosa. O si lo machaca. Yo es que pensaba que era un dispositivo nuevo, el tío trae uno nuevo y dice: “Con este es con el que grabé y aquí no hay nada”.

Carlos Vielba: Él me asegura que no. Además había otra persona presente, osea que no. Éramos tres. Me ha dicho que se lo ha cargado, que no se puede sacar nada.

Salvador Alba: Claro, pero otra cosa es que él vaya y diga, -que ni siquiera lo ha dicho bajo juramento, porque no se le tomó juramento, hizo una comparecencia y además espontáneamente-, por cierto, que del dispositivo original yo lo borré. Y otra cosa es que la Guardia Civil diga: Aquí no hay original. Por tanto, estamos analizando que en una copia no podemos saber si esto era más largo, si esto era más corto... A mí me interesa, porque con esa memoria me voy al TSJC y digo: Mire usted, archiven esto. Eso es lo que yo quiero hacer. Que él, en el procedimiento de Vicky (Rosell) o en la denuncia que yo le he puesto en el juzgado de instrucción quiere hacer eso y darle largas y decir: “Bueno, es que no sé, es que tal, que cual...” A mí a través del abogado, osea, el abogado de él y el abogado mío hablaron para ver si, en fin, si yo retiraba la denuncia en el juzgado de instrucción, de manera que este no hiciera sangre y tal. Y de hecho fue cuando él llegó y dijo lo de: “El original lo borré”. Pero con todas estas cosas, lo que quiero es que se acabe cuanto antes lo de la Guardia Civil y a tomar por saco (...) Bueno, ¿y tengo plazo para eso o..?

Carlos Vielba: No.

Salvador Alba: Lo meditaré.

Carlos Vielba: Dictaré una providencia para que en el plazo de tres días se manifieste (Risas). 

Salvador Alba: No, coño, pero yo qué sé, le tengo que dar vueltas, joder, porque si yo me huelo que va a salir ya...

En ese momento una tercera persona interrumpe la conversación, que prosigue segundos después de la siguiente forma:

Salvador Alba: Claro, si yo me entero que esto está a punto de salir, de llegar el informe de la Guardia Civil, pues claro... Vamos a ver, la Guardia Civil lo ha retrasado esto. Se mandó en junio, en julio, y al mes, que tú dices “ya va a salir”, la Guardia Civil dijo: “Mire, que llamen a Ramírez y pregunten cuántas grabaciones hizo, en qué fechas las hizo y cómo fue el dispositivo de la copia, el pen drive y tal”. La otra citó a Ramírez y le dijo: “No me acuerdo, la fecha no me acuerdo, no sé, yo llegué allí, corté cuando entró Emilio Moya...” Mentía, miente como un bellaco. Vale, lo manda a la Guardia Civil. Pasa el verano. Y dices tú: “Ya tiene que estar aquí”. Llega otro Guardia Civil y dice: “Mire, mándeme los otros dos informes periciales, el de Ramírez y el de Salvador”. Y eso se lo mandaron la semana pasada. Ahora sólo falta que cuando llegue finales de septiembre lleguen y digan: “Sí, sí, sí”. Entonces voy a empezar a creerme lo que tú me estás diciendo. Y es que este retrasa eso todo lo que le da la gana. Pero no es normal. El perito mío lo hizo... ¿Qué tardó el perito mío en hacerlo? Pues diez días, doce días. Un perito. No te estoy hablando de criminalística de la Guardia Civil, que supongo que tienen que tener medios para aburrir. Pero bueno, ya te digo.

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