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Audi A4 Allroad, el familiar multidisciplinar

El Audi A4 Allroad deriva del familiar A4 Avant.

R. T.

Por su legado más reciente, bien podría hablarse de una Audi multidisciplinar. Capaz de concebir un amplio abanico de carrocerías de muy distinto linaje, la firma de Ingolstadt desarrolla versiones que ni siquiera encuentran respuesta en la competencia. Como mejor exponente de esta política de producto, el Audi A4 Allroad, una ranchera con una geometría y un sistema de tracción más propios de un SUV que de un turismo familiar.

Para entenderlo, en código Audi, esto es tanto como decir que el A4 Allroad se asemeja más al Q5 que al A4 Avant del que deriva. Por diseño y por cualidades 4x4, el SUV mediano de los cuatro aros -recientemente renovado- tiene al enemigo en casa. El familiar premium más demandado del mercado español se transforma, en esta variante Allroad, en un todocamino encubierto. Y eso se traduce también en el precio, una gama que oscila entre los 45.000 y 57.000 euros.

Reconocible por su silueta como un familiar, las protecciones de plástico de su perímetro, las molduras cromadas en los paragolpes, la parrilla frontal con lamas en disposición vertical o las barras de techo, ponen en alerta de la distinción campera del A4 Allroad. De hecho, los más perspicaces se percatarán de un tamaño de neumático más generoso y con más balón de lo habitual y una suspensión más elevada (7 centímetros en relación al familiar).

Por dentro, Audi ha sido más conservadora, manteniendo exactamente igual el habitáculo del A4 Allroad respecto a otro A4 Avant. Esta falta de diferenciación no es negativa cuando hablamos de un coche de unas calidades, con unos materiales y con una preocupación por los pequeños detalles de primer nivel. Nada mide mejor este nivel de refinamiento que el Audi Virtual Cockpit. Estrenado en el TT, el resto de la gama Audi empieza a disfrutar de este cuadro de instrumentos en forma de gran pantalla digital de 12,3 pulgadas y con múltiples posibilidades de configuración.

La nueva generación del A4, basada en la plataforma modular MQB, es más espaciosa en todas sus cotas y cinco ocupantes podrán viajar cómodamente. El acceso al interior es cómodo y sencillo, e incluso el hueco para las piernas de los pasajeros traseros es generoso. En la misma línea está el maletero, con volumen mínimo de 505 litros y máximo de 1.510 litros abatiendo los respaldos traseros. Cuenta con elementos muy útiles, como una red de separación con habitáculo, una cortinilla motorizada o un portón de accionamiento eléctrico, entre otros.

El conjunto motriz más potente (y también más caro) es el conformado por el motor V6 diésel 3.0 TDI de 272 CV de potencia, la tracción total quattro y el cambio automático de ocho velocidades por convertidor de par (tiptronic). Seguramente no sea la elección más correcta: la variante 2.0 TDI de 190 CV (o incluso la de acceso de 163 CV) sea suficiente para el uso y tipo de conducción que vaya a realizar el cliente habitual de este familiar campero.

Dicho lo cual, estamos ante un vehículo de un peso ya notable, 1.805 kilogramos, casi 400 más que la berlina, al que unos caballos extras no le vienen mal, como demuestra su excelente capacidad de aceleración (5,5 segundos de 0 a 100) y al mismo tiempo una contención importante en su consumo (7,3 litros/100 kilómetros en una conducción realista).

En marcha, el A4 Allroad no puede ocultar su carácter rutero. Una suspensión tirando a blanda y el generoso perfil del neumático amortiguan lo que le echen bajo los neumáticos. Audi vuelve a bordar la puesta a punto del chasis en uno de sus modelos, y aunque las limitaciones de peso y suspensión están ahí, el comportamiento en curva es muy fino, más ágil de lo que uno podía pensar en principio de un familiar con geometría de SUV.

La marca no se ha olvidado del posible uso en pistas y caminos de este A4 Allroad. Además de la citada tracción quattro (con un diferencial central Torsen) y la suspensión más elevada Audi añade el modo de conducción Offroad a los ya habituales Efficiency, Confort, Auto, Dynamic e Individual. Con él activado, se adapta la respuesta del motor, la caja de cambios, la dirección y la suspensión a los terrenos con baja adherencia.

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