Los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) se encargan de “todos los cuidados básicos al paciente”. Es cómo lo resume Rosario Bonilla, Secretaria Provincial del sindicato SAE Sevilla, después de pasar 24 horas en el salón de actos del Hospital Virgen del Rocío. Un encierro que se ha llevado a cabo este miércoles como acto de protesta en la capital andaluza y que ha sido “el primero, pero no el último” de la región, según afirma la sindicalista a elDiairo.es Andalucía.
De hecho, avanzan desde el citado Sindicato de Técnicos de Enfermería, la próxima provincia en sumarse a las movilizaciones es Granada, que tiene prevista para este jueves una asamblea donde se decidirá si se celebra otro encierro similar al de Sevilla, en el que se estima han participado más de 600 profesionales en total. Todo con el objetivo de que “se hagan realidad” unas reivindicaciones que llevan “20 años” reclamando: “la reclasificación al grupo C1”, de acuerdo con el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), y “el reconocimiento de las funciones” que realizan en el día a día, reguladas todavía hoy por un estatuto que data del año 1973.
Por su parte, fuentes del Virgen del Rocío indican a este periódico que la situación que denuncian las entidades convocantes de la protesta (los sindicatos CCOO, UGT y SAE, junto a la asociación Aetesys y la plataforma 'Unidad por el C1') es la misma que se vive “en todos los centros y hospitales públicos y privados del país”. En este sentido, recuerdan que el cambio de categoría que se exige requiere aprobarse por “Real Decreto del Gobierno central”, como consta en un texto legislativo de la misma naturaleza del año 2015 donde se “regula el catálogo de equivalencias de las categorías profesionales de los servicios de salud y el procedimiento de actualización”. En línea similar se expresan fuentes del Sistema Andaluz de Salud (SAS) consultadas por elDiario.es Andalucía, que se limitan a señalar que se trata de “una reivindicación nacional” y, por tanto, apuntan, “se tiene que acordar en el Sistema Nacional de Salud”.
“Efectivamente, tiene que haber un cambio normativo a nivel nacional”, reconoce Rosario Bonilla antes de añadir que el EBEP recoge que “serán las comunidades autónomas las encargadas de desarrollarlo”. Al respecto, subraya la importancia de que aparezca recogido en el anteproyecto de ley de Función Pública, cuyo borrador se abordó hace un año y desde entonces dicen no tener constancia de que haya avanzado. “Tenemos que garantizar que nuestro colectivo aparece correctamente encuadrado en el documento que luego se elevará al Consejo Interterritorial”, explica para justificar que se estén promoviendo protestas en territorio autonómico. Fuentes de la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública consultadas por este periódico, aseguran que el texto ha seguido durante este periodo el procedimiento correspondiente y que, en estos momentos, se encuentra en trámite parlamentario, por lo que se prevé su aprobación para el primer trimestre de 2023.
Además del cambio de categoría de C2 a C1 que defienden les corresponde por su formación profesional (actualmente grado medio) y por la clasificación prevista en el citado EBEP (donde se recoge que al grupo C2 pertenecerán quienes posean el título de la ESO y al de C1, el título de bachiller o técnico), exigen otra reivindicación “más grave si cabe”. Se trata de la falta de reconocimiento de sus funciones, en tanto denuncian que el estatuto que rige la actividad profesional de 20.000 técnicos de enfermería solo en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) lleva sin actualizarse desde 1973.
“Por entonces nos rebajaban a cooperantes o ayudantes, existía poca capacidad de trabajo más allá del aseo, higiene y cuidado del paciente”, explica Cristián Braza, vocal de comunicación y organización de SAE Andalucía. Pero, a día de hoy, “todo eso ha cambiado”. “Hoy es una titulación de formación profesional de dos años que capacita para hacer técnica de electros, audiometrías, toma de constantes, atender y cooperar en sala de endoscopias mano a mano con el médico”, en definitiva, para “formar parte del conjunto multidisciplinar del equipo de enfermería. ”Esa es la diferencia entre el auxiliar de clínica del 73 y al técnico de enfermería de la actualidad, que cuenta con respaldo académico“, defienden los propios trabajadores. De ahí que critiquen la ”falta de avances“ en la Mesa Técnica creada hace unos meses en el SAS para abordar estas cuestiones, que ha emitido ya dos borradores. ”A cual peor“, se lamenta la Secretaria Provincial del SAE, quien informa: ”son prácticamente lo mismo que los estatutos del año 73 y eso es lo que no vamos a consentir“.
Al hilo defiende que los técnicos en cuidados de enfermería “no somos una ONG”. “No colaboramos, tenemos autonomía propia y por eso queremos que se reconozcan nuestras funciones propias”, insiste en nombre del personal TCAE de toda la comunidad. Por todo ello, exigen que se tengan en cuenta las alegaciones presentadas ante la Mesa Técnica, a fin de que en el documento final “consten nuestras funciones por servicio” y se recojan “nuestras competencias y el trabajo que realmente hacemos”, en palabras de la representante del SAE a nivel provincial.
Para lograrlo, las organizaciones sindicales de CCOO, UGT, Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) y Aetesys han firmado un documento conjunto donde se insta a las administraciones implicadas (Ministerio de Sanidad y Educación y comunidades autónomas) a ponerse de acuerdo para que se haga efectivo el encuadre de este colectivo en la categoría que dicen les corresponde. De esta forma, podrían alcanzar unas mejoras que supondrían un salto cualitativo en las condiciones laborales de este grupo de trabajadores por el consiguiente aumento de sueldos, complementos y base de cotización.
Hasta que se consiga, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería sostienen que van a continuar promoviendo acciones por todo el territorio andaluz y no descartan que las movilizaciones alcancen a otras comunidades, pues advierten, algunas de ellas se han fijado ya en su iniciativa reivindicativa y además comparten su mismo anhelo de que la situación “avance”.
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