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Las negociaciones para fichar a los Bravo revientan a Ciudadanos en Gran Canaria

La diputada de Ciudadanos Melisa Rodríguez, el expresidente del Cabildo de Gran Canaria José Miguel Bravo de Laguna y el exconcejal de Urbanismo en Santa Cruz Carlos Garcinuño

Alexis González

Las Palmas de Gran Canaria —

“Alguien en Ciudadanos no quiere romper con los Bravo y sí los enlaces a nuestros comunicados”. Así de contundente se manifiesta en privado un cargo público naranja, después de comprobar que la cúpula territorial radicada en Tenerife no soporta las críticas que desde Gran Canaria se vierten contra el expresidente del Cabildo José Miguel Bravo de Laguna y su hijo, el exconsejero de Deportes Lucas Bravo, a cuenta de los contratos de este con su novia y actual socia. Y eso que todavía no son militantes.

Las negociaciones para incorporar a los Bravo a Ciudadanos ante las elecciones de 2019 están reventando al partido. La política de fichajes desvelada en agosto por Canarias Ahora, de la que se cayó el exdelegado del Gobierno Hernández Bento de mala manera por haber “ocultado su pasado político” (sic) como mano derecha que fue de José Manuel Soria en el Ministerio de Industria y en el PP, empieza a dejar rastro y a convertirse en una losa de contradicciones para la militancia. Sobre todo en Gran Canaria, desde donde se ve con malos ojos pactar con perfiles como los de los Bravo, padre e hijo, ambos con mucho más pasado político que el denostado Hernández Bento.

El martes día 5, Ciudadanos remitió un comunicado oficial a la prensa en el que escenificaba su ruptura con los Bravo de Laguna, exigiendo al actual presidente del Cabildo, Antonio Morales (NC), aclarar “hasta el último detalle” los contratos del que fuera consejero de Deportes hasta 2015 con su pareja y socia, entre otros. Pero la nota no resistió ni 24 horas en la página web de Ciudadanos. Ni tampoco la mesa de trabajo grancanaria que tomó la decisión de arremeter así contra los fichajes. Al grupo dirigente de Tenerife y Madrid se le estaba saliendo del tiesto la militancia en Gran Canaria y ha decidido pararle los pies.

El enlace a la noticia del portal de Ciudadanos titulada Cs pide a Antonio Morales que “deje de lado” los juicios éticos y que aclare “hasta el último detalle” sobre las contrataciones de Bravo de Laguna como Consejero de Deportes está desactivado. El hipervínculo lleva a una página vacía dentro de la web naranja. Y nadie da explicaciones coherentes de por qué se ha retirado esa nota. “No hay problema con la nota; no hay problemas en Ciudadanos”, se limitan a repetir desde hace días desde el gabinete de prensa, sin dar opción a cuestionar nada más. 

Pero sí que hay problemas. Las consecuencias están siendo evidentes. La denominada mesa de trabajo insular autora del comunicado desaparecido del día 5 ha sido disuelta por la delegación territorial. Varios militantes y cargos públicos han confirmado a este diario que desde Tenerife han recibido la orden de “parar”. La mesa en sí no es una estructura reglamentada del partido. Es más bien un foro al que acuden diez o doce militantes para analizar la actualidad política de la isla, ya que Ciudadanos no tiene consejeros en el Cabildo de Gran Canaria.

Pero de momento desde la dirección regional les han trasladado que dejen de reunirse y valorar por su cuenta y riesgo cuestiones políticas concernientes a su isla. Y todo se desató la semana pasada de manera sorpresiva, como reacción fulminante a la publicación del posicionamiento político de Ciudadanos ante un problema de credibilidad del presidente de Unidos por Gran Canaria y de su hijo, ya dado de baja del PP desde que decidió dedicarse a la actividad privada en el mismo sector que dirigió como responsable político.

El malestar es evidente. “Los papeles de los Bravo están en Madrid”, comenta a este diario otro cargo insular sobre los contactos, adelantados en agosto por Canarias Ahora y vueltos a confirmar este miércoles por el mismo José Miguel Bravo en la Ser, del presidente de Unidos por Gran Canaria y su hijo con la cúpula nacional ciudadana. “Esto es una humillación para Ciudadanos”, indican gentes del partido sin trayectoria política profesional como los probables refuerzos.

Las voces discordantes con la política de fichajes que ha emprendido el partido de Albert Rivera para tener algo más de peso electoral en Canarias apelan también a “la cautela y la prudencia”. Saben que se les abre una crisis de calado en su propio partido, pero algunos de los consultados todavía esperan que no cuaje la operación diseñada desde la primavera pasada. Que desde Madrid o Barcelona entren en razón y no se ciñan a mirar números de votos y encuestas. Las que sigan dando uno o dos consejeros a Unidos por Gran Canaria en el Cabildo.

Desde agosto, cuando Canarias Ahora dio los detalles del desembarco en parte frustrado por la reacción de la cúpula estatal de Ciudadanos contra Hernández Bento por su mancha soriana, los naranjas grancanarios observan incrédulos desde la barrera las declaraciones de Bravo o la diputada y portavoz en Canarias, Melisa Rodríguez, que confirman que el río suena por algo. Y que nadie cuestione que Bravo y su hijo, Lucas, fueron candidatos y dirigentes del PP que el mismo Soria dirigía hasta hace poco más de un año.

Algunas de esas voces que no se atreven a mostrarse en público sostienen que el proyecto de regeneración de la política con el que se lanzó Ciudadanos a toda España en 2015 no puede ser liderado en Gran Canaria por un cartel de tan largo recorrido como el mismo sistema vigente desde 1978, como es José Miguel Bravo de Laguna, protagonista principal de la Transición desde la UCD canaria.

“Mis apellidos nunca estarán ligados a los Bravo de Laguna”, sentenciaban este mismo miércoles, también por las responsabilidades políticas que ha dejado en su camino Lucas Bravo de Laguna, como concejal de Hacienda y alcalde de la Villa de Santa Brígida, en el denominado caso Brisan. “En Ciudadanos hay gente que por suerte no depende de la política para vivir”, aseguran esas mismas fuentes hartas del politiqueo impuesto desde fuera. Cosas de la vieja política.

Garcinuño, en la agenda para ‘alcaldable’ de Santa Cruz

 La política de fichajes de Ciudadanos para reforzar sus carteles electorales en las Islas en 2019 no se ciñe a Gran Canaria o a Fuerteventura, con la opción de Águeda Montelongo, expresidenta del PP. También se dan pasos en Santa Cruz de Tenerife, donde el exconcejal de Urbanismo del PP Carlos Garcinuño no esconde que habla con íntimos amigos de Ciudadanos sobre el futuro de la capital tinerfeña. Sobre todo después de ser defenestrado por su partido a petición de Coalición Canaria.

Garcinuño comentó a Canarias Ahora justo el pasado día 5 de septiembre que “en ningún momento he recibido una petición formal de Ciudadanos” para encabezar la lista municipal en Santa Cruz de Tenerife, pero admitió que “algunas cosas sí que hemos conversado, porque tengo conocidos, y hasta amigos íntimos en Ciudadanos, y nos preocupa nuestra ciudad”.

El todavía concejal del PP perdió su cargo en Urbanismo por su posicionamiento contra el derribo de la edificación ilegal de la playa de Las Teresitas conocida como mamotreto, y desde entonces se siente ninguneado por los suyos. “La única llamada que he recibido de mi partido es para decirme que no me abrirían expediente de expulsión”, dijo a este diario. “No sé que pasará de aquí a dos años, ni en el partido ni en el ayuntamiento, pero lo único que digo es que no escupas nunca para arriba, que te cae encima”.

Garcinuño, cuestionado por Canarias Ahora si aceptaría la oferta de Ciudadanos de liderar la plancha electoral de Santa Cruz de Tenerife, como la que en su momento se le trasladó a Enrique Hernández Bento para Las Palmas de Gran Canaria, dijo que “es un halago que piensen en mí, pero también una falta de respeto hacia los compañeros de Ciudadanos hablar de eso. Y contradictorio si Ciudadanos dice que no hace política de fichajes, si es que yo puedo ser considerado un fichaje, claro”.

De todos modos, el todavía concejal sin cartera del PP dejó todas las puertas abiertas de aquí a dos años, aparte de “no entender el tratamiento que le han dado a Enrique” Hernández Bento. “Me interesa mucho la política municipal”, aseguró, además de advertir que dejará su acta de concejal del PP “en tiempo y forma: no la he entregado porque como concejal he pedido dos expedientes de especial interés, que quiero examinar”. Y después se verá.

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