En Cajamadrid están pasando cosas grandiosas, como se está encargando de reflejar estos días la prensa nacional y la color salmón (dicho sea sin ánimo de señalar a nadie). Miguel Blesa, presidente de la entidad, ha intentado blindarse metiendo a varios pesos pesados de la lideresa en Cibeles, el holding financiero filial de Cajamadrid. Entre ellos destacan Manuel Lamela, Mercedes de la Merced, Mercedes Rojo y el inigualable Ángel Acebes. Curiosamente allí no ha habido un Larry Álvarez que velando tan fervientemente por la legalidad y declarando ineligible al ex ministro del Interior, actual diputado por Ávila, como hizo aquí el ex maletero de Soria con la parlamentaria socialista Lali Guerra, a la que vulneró el derecho a ser elegida vocal del consejo de administración de La Caja invocando su incompatibilidad futura en el Parlamento de Canarias. Confundió don Larry elegibilidad con incompatibilidad, y pudo haber vulnerado un derecho fundamental. Y se quedó tan pancho. Aquel del una, grande y libre.