Tienen a su disposición, desde la tarde de este martes, la resolución de la Secretaría de Estado de Transportes anulando el concurso de La Gran Marina, por llamarlo del modo oficial. Como pueden observar los que el otro día descargaron aquí mismo el dictamen del Consejo de Estado, se trata del mismo documento con el añadido final declarando la nulidad de pleno derecho y avisando a los responsables de la necesidad de ejecutar la orden y restituir el dinero abonado en concepto de premios y traslados de los arquitectos invitados. Más de 600.000 euros, para que nos vayamos entendiendo. Y, como les hemos venido anunciando estos días, un nuevo aviso, cada vez más perentorio, a José Manuel Arnáiz. Sólo ha faltado que le dijeran directamente que cambie su traje de raya diplomática que tan popular le hizo en China por uno más sobrio, también de rayas. Pero horizontales.