Y Luzardo, sin poder protestar

El resumen es que la ciudad puede ser que sea una ciudad grande, pero después de ocho años de gobierno popular, no es una gran ciudad y la medicina se la van a tomar los mismos que la recetaban: la señora Luzardo en esos años estuvo allí. No debe protestar. La segunda idea, que es rumor-clamor, es que ya surgió el primer pulso por el poder. Sagulpa, el único rincón municipal donde hay un euro, debería sufragar el coste de instalación de la tropa que ha de terminar el Plan General. Así se dispuso cuando Cardona, el comprador de motos, llevaba Urbanismo y Sagulpa. Eso de dejar el mochuelo pendiente les ha llevado al primer asalto por el poder. Paulino Montesdeoca, desde Sagulpa, dice que Felipe Afonso se busque la vida en Urbanismo. El Plan General queda sin empezar y el ganador del primer asalto fue el portavoz. El alargado número dos quedó en la lona.