Mientras los cuatro jinetes de la poca consciencia restañen sus heridas y tratan de sacar pecho para justificar su escaramuza, el PP lamenta tranquilo no haber podido aprovechar las circunstancias, y Asamblea Majorera vuelve a apuntarse un tanto a costa de la bisoñez socialista. Efectivamente, nadie podrá ahora plantearle una moción de censura a los nacionalistas en el Puerto del Rosario porque la ley permite a cada concejal firmar una sola por mandato. Y todos estos, los del PSC, PP e Independientes de Fuerteventura, ya cubrieron el cupo con el patinazo de esta semana. O sea, que al que querían censurar lo han fortalecido de tal modo que hasta puede gobernar en minoría cuando le dé la gana y destituir a los cuatro socialistas a poco que se pongan flamencos. Un diez para Marcial Morales, del que, sin embargo, cabe esperar que mantenga su talante de generosidad, de diálogo y de confluencia con los cuatro fugaces rebeldes, porque por fortuna, son minoría, esto es, hay gente que piensa por ahí, aunque parezca cosa de mentira.