Decía el otro día Mauricio en un diario de papel que nosotros teníamos negocios en los muelles deportivos y que por eso chantajeábamos al Gobierno (¿?) Le contestamos que el de los muelles deportivos era él, que vendió una burra con esa idea a un grupo de empresarios canarios en la confianza de que Madrid le apoyaría en la operación, cosa que finalmente no ocurrió porque ya ni el PP le creía por último. Ahora, aprovechando que pintan bastos en el turismo, vuelve a la carga y descubre que el visitante lo que quiere es jugar al golf y navegar. Estamos de acuerdo, pero más lo estaríamos si el Gobierno, a su vez, remara en una misma dirección y no saliera cada día con una idea diferente. Por cierto, ¿no eran casinos lo que querían los turistas?