Anne Igartiburu estaba muy guapa, como era de prever, e hizo de dulce presentadora del acto, dulzura que se tornó algo empalagosa cuando presentó a José Manuel Soria. El discurso del alcalde tuvo sus momentos memorables, como cuando aseguró que el nuevo centro demuestra dos cosas: a) que la ciudad es atractiva para invertir y b) que un nuevo centro no significa que “haya que repartir la tarta entre más, sino que la tarta se hace más grande”. Parece natural que afirme lo de invertir en Las Palmas, pero según en qué y de dónde proceda la inversión. Desde luego Riofisa y sus accionistas no pueden tener motivo de queja alguno, porque además de la manita que ha echado Luis Hernández con la libertad de apertura comercial, el Ayuntamiento de Las Palmas tampoco ha puesto pega alguna en lo que respecta a encajar la cosa en la ciudad. Por cierto, muy apropiada para la ocasión la corbata verde que lucía Soria, verde botella, el color favorito del vicepresidente Rato.