Javier Zerolo asegura, en su descargo, que si bien es cierto que tuvo que dejar de emitir en la 105.1, más cierto es que, gracias a un acuerdo que ha alcanzado con otra emisora, Radio Sol siglo XXI, es ésta y no otra la que puede ocupar la desalojada frecuencia. Una coña, si tenemos en cuenta que se trata de un lugar en el espacio radioeléctrico que nunca fue de Zerolo, y que en aplicación del referido artículo 33 de la ley de la selva que es la radiodifusión comercial en España, el que se fue a Sevilla, perdió su silla. Y allí entró Berlanga, que tiene de socios a las familias Vizcaíno Casas y Bosé, con su Somosradio y a ver quién le tose. Desde principios de mes, una portadora le mete una interferencia a su frecuencia que le tiene por el camino de la amargura y que le llevan a emplear epítetos contra el hermano del alcalde de Santa Cruz que ya quisiera para sí don Vito Corleone (que rima con bolso, como todo el mundo sabe).