Lo prometido es deuda, y como les anunciábamos este jueves por la noche, nos sumergimos ahora en la segunda entrega de la historia de la multinacional petrolera que se topó de bruces con los manejos de la cosa nostra portuaria al pretender instalarse en el Puerto de La Luz y Las Palmas. Les decíamos que esa petrolera, Oryx Iberia, escribió al presidente del organismo para mostrar su perplejidad y su indignación por la cantidad de intermediarios vendedores de humo que se interpusieron entre esa multinacional y la concesión que habían solicitado para la instalación de una terminal de bunkering. El escrito de Oryx sentó como una patada en el estómago a los directivos de la Autoridad Portuaria, que el 30 de julio contestaron a la petrolera con una dura carta exigiéndole explicaciones acerca de sus acusaciones de trato de privilegio a las personas relacionadas con aquella venta de humo. Y Oryx volvió a escribir.