Se armó buena este lunes con la noticia que publicamos acerca de los intentos mauricianos de recomponer las AIC a partir de los rescoldos de Ican, del Centro Canario de Nacho (CCN) y de los cabreos de una parte de la gente del PSC, mosqueada con el independentismo que les invade sin que sepan muy bien qué hacer. No dijimos que lo estuviera consiguiendo (lo de captar adeptos), sino que lo estaba intentando, lo que tiene sus diferencias. Además, si se fijan, no busca Mauricio a ningún capo cañonero que pueda darle la lata, ni siquiera un triste concejal que pueda aportar un puñado de votos. El admirado camarada (hasta Arenas le echa piropos) ha puesto a trabajar a su gente (cada día más escasa) y ha recibido refuerzos de ATI, desde donde le han enviado al grancanario José Miguel Ruano. Tiene el consejero de Educación en funciones su prestigio en determinados ambientes y se ha dedicado a reunirse con gente de la progresía para explicarles el proyecto. No conocemos los resultados, sobre todo porque la mayoría de la peña anda con la mosca detrás de la oreja y prefiere pensárselo con mucho detenimiento.