El pasajero, de común inquieto, no se conformó con tanta amabilidad y con las facilidades para que le devolvieran el importe de una tarifa especial cerrada con tanta antelación. Los motivos no eran otros que la subida decretada por Iberia en julio para los billetes de residentes canarios entre las Islas y Madrid (ahora en 375 euros por barba), lo que encarecía todos los trayectos y sus enlaces, naturalmente. Y que los ha colocado en un nivel más caro que el de un billete con Inglaterra o Alemania. Y sin el papeo, que ya sabe lo que entretiene ver a esas aeromozas con los carritos para adelante y los carritos para atrás.