Se las prometían muy felices Paulino Rivero y sus seguidores para el congreso de CC. Apartados del camino los incómodos furúnculos de Román y Becerra, desalojado el PP del Gobierno de Canarias, CC se disponía a celebrar un congreso triunfal gobernando en solitario en Canarias. Pero el patoso de Adán Martín la ha encharcado de la peor manera posible. De entrada, como decíamos, en las formas, con un Herrera Velázquez herido y atorrado en la Maxorata, con una Pilar Parejo, su pareja, fortalecida y crecida como un pavo real, tras devorar a su consejero; con una Asamblea Majorera que clama venganza en nombre de Herrerita, pero sobre todo en nombre del ridículo; con una Coalición Canaria oriental, léase el bando que se quiera, indignada por el descaro con el que ATI ha tomado el poder al asalto, como si se le fueran a ir la bolsa y la vida en los dos años que restan hasta que acabe la legislatura. ¿Éste es el Gobierno que va a apoyar el PSOE? Sería preferible permanecer en Belén, ahí, con las cabritas y los corderitos.