El éxito del 'Granca'
El Club Baloncesto Gran Canaria acumula ya 14 temporadas consecutivas en la Liga ACB, tras su último ascenso en junio de 1995. En todo este tiempo ha trazado una evolución, en lo deportivo, natural. Primero se afianzó en la competición y luego, tras dar con el molde de la categoría, se asomó entre los mejores. Instalado ahí, en la elite casi de manera permanente durante el último lustro y con presupuestos austeros, sus sencillas hazañas se convierten, un año sí y otro también, en una relativa sorpresa para el resto del baloncesto nacional.
La fórmula del éxito la marcó, hace tiempo, Berdi Pérez. Y su rastro no es difícil de seguir. Está cubierto con una amplia lista de apuestas por buenos jugadores de baloncesto: John Morton, Shaun Vandiver, Albert Burditt, Bernard Hopkins, Jorge Racca, Devin Davis, Jason Klein, Jim Moran, James Larrañaga, Bud Eley, Larry Lewis, Marcus Goree, Will McDonald, Kirk Penney, Billy Keys, Marcus Norris, Ime Udoka, Kennedy Winston, Jackson Vroman o Jimmie Hunter.
Para casi todos estos jugadores, el Granca fue su primera parada en la Liga ACB. Todos, algunos más que otros, resultaron inversiones de máxima rentabilidad para la entidad. Tanto que, para la gran mayoría, su paso por el club claretiano se convirtió en una plataforma perfecta para hacer carrera a este lado del Atlántico. Al mismo tiempo, el equipo amarillo, aupado sobre tanta calidad, trazó -de momento- los mejores momentos de su historia. Y los resultados, sobre todo, glorificaron el modelo de Berdi Pérez: picar en la mina antes que nadie en busca de una pequeña gema.
Detectado el gurú, el Unicaja Málaga tiró de chequera en 2006 para reclutar a Berdi Pérez e incorporarlo a su cuerpo de intendencia. El CB Gran Canaria, tras valorar varias alternativas, encontró en Himar Ojeda la mejor solución a aquella pérdida con una apuesta de continuidad. El técnico, de la casa y ayudante de Manolo Hussein, Pedro Martínez y Salva Maldonado en el banquillo, conocía a la perfección la metodología de Berdi Pérez. Tanto que ahora la ejecuta con precisión de cirujano y resiste, con buena nota y méritos propios, las primeras comparaciones.
Ahí están los resultados que avalan su trabajo. La información recabada anteriormente se emplea con tacto [por ejemplo, en los fichajes de Melvin Sanders y Josh Fisher], las Ligas de Verano de la NBA son un zoco perfecto en el que encontrar jugadores de un nivel notable [como Carl English y James Augustine], las cesiones son una fórmula ideal para apuntalar la plantilla [Moncasi, aún de lejos, sigue la estela que dejaron Fran Vázquez o Hernández Sonseca], la Liga LEB es un plaza interesante para dar con apuestas baratas y de futuro [antes lo fue Mario Fernández y ahora podría serlo Daniel Kickert] y la anticipación, para recabar -de primera mano- buena información y establecer los contactos correctos, es fundamental en el negocio.
Cita en Utah
Un solo dato apoya la última tesis, la de la iniciativa propia para tomar ventaja sobre el resto de competidores. La pasada semana, la NBA organizó en Orem [Utah] un muestrario en el que participaron los mejores jugadores de su liga de desarrollo [NBA Development League].
En la cita, denominada Showcase, estuvieron presentes los general managers y buena parte del regimiento de scouts de las franquicias de la propia NBA. Y entre tanto tiburón, sólo había un director general de un solo club de la ACB acopiando datos, recabando información y dejándose llevar por las impresiones de los jugadores a pie de pista. ¿Adivinan quién? Sí, era Himar Ojeda. Así que alguien, en sus apuntes, ya tiene algo de ventaja sobre el resto: el Kalise Gran Canaria.
PD1- Lástima que el CB Gran Canaria casi se sostenga, exclusivamente, de los buenos resultados de su primer equipo. ¿Tiene la entidad la estructura suficiente para, en el peor de los casos, aguantar un posible descenso a la Liga LEB?
PD2- Una buena señal en el sorteo de los cuartos de final de la Copa del Rey. El balón del Kalise Gran Canaria fue descubierto por Juan Antonio Corbalán mientras sonaba el (I Can't Get No) SatisfactionGrancaMarianico el Corto